Capítulo 2

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Han pasado varias semanas desde la fiesta organizada por la empresa, los grupos han recuperado rápidamente sus actividades cotidianas, y tampoco ha vuelto a ocurrir nada extraordinario en mi vida.

Como es normal, estoy en mi box con Osvan, trabajamos en un expediente que nos entregó Gabriel a principios de semana, y como es normal, Osvan pasa si tiempo desconcentrándome con sus bromas.

- Osvan, a veces es necesario estar en silencio para trabajar - le digo.

- Mmm... Eso es algo que no sé hacer, mi abuela siempre decía que era un verdadero parlanchín - dice.

- La pobre, compadezco a tu abuela - digo.

- Lo cierto es que tu tienes menos paciencia - dice.

- Sí, y ten cuidado, porque si no terminas tu parte antes de esta noche, te juro que te vas a arrepentir - le digo.

- Mmh... Eso podría ser divertido, tu y yo, solos en estos oscuros despachos... La emoción de lo prohibido - dice.

- Propónselo a Cassie, estoy segura de que estaría dispuesta - digo.

- Es una buena idea... Pero... No, tendría miedo de morir ahogado - dice.

No puedo evitar explotar de risa, es cierto Cassie está muy bien dotada, felicidades al cirujano estético. Osvan pone un puchero muy exagerado.

- Eres tan dura conmigo - dice Osvan.

Le lanzo una oscura mirada con el ceño fruncido.

- De acuerdo, de acuerdo... Entonces... Esta imagen - hace un gesto extraño.

Escucho su risa escondido detrás de su pantalla, como cada vez que le pongo esa mirada. Suspiro suavemente moviendo la cabeza de un lado a otro.

Esto es un poco mi rutina con Osvan, la ventaja es que los días jamás son aburridos.

Me encuentro con Mila en uno de nuestros restaurantes favoritos, es un pequeño italiano que está cerca del trabajo.

- ¡Uf! Menuda mañana de trabajo, estoy ya reventada - dice Mil.

Mila trabaja en la recepción del edificio, a veces me pregunto como puede gestionar todo el flujo de visitantes que no paran de desfilar durante todo el día.

- Mira el lado bueno de las cosas, no tienes que aguantar a un elemento perturbador todo el día - le digo y ella suelta una carcajada.

- Cada una tenemos nuestra cruz, tú tienes a Osvan y yo tengo a Lidia...claro que tu cruz es mas interesante que la mía - dice Mila.

Es verdad, aunque a veces Osvan es insoportable, no podría imaginar un día de trabajo sin él, Lidia en cambio, es la reina del mambo.

- ¿Cuál es la última de Lidia? - pregunto.

- Bueno, escucha bien - dice y hace una pausa - esta vez me ha vacilado con que Bradford quería casarse pronto y había decidido abrir un nuevo departamento solamente para organizar el evento.

Lidia es algo así como la prensa rosa, información retorcida y poco creíble.

- ¿Quieres decir que va a casarse con la becaria del año pasado que estaba embarazada de él? - digo y ambas soltamos una carcajada.

Prohibido(EN PAUSA)Where stories live. Discover now