Capítulo 39

12.8K 1.2K 169
                                    

Hunter

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hunter

Estoy vistiendo felicidad. Llevo sonrisas y risas, alegría por doquier.

La última vez que me sentí de esta manera, fue cuando tuve a Riley por primera vez en mis brazos. Recuerdo que me sentí el hermano más afortunado de todos, pues ese bebé había llegado para cambiar la vida de todos.

Ahora me siento igual de afortunado por esta segunda oportunidad que me está dando la vida. Oportunidad que siempre estuvo a mi alcance, pero que, por miedo, no la buscaba.

De todas maneras, creo que todo pasa por algo y nada porque sí. Entonces, por algo tuvo que pasar este momento, ahora y no antes. Y estoy seguro de que voy a conocer el verdadero motivo del porqué a eso.

El miedo quiere colorear una vez más mi cuadro de felicidad. Me lleva a pensar que quizás la operación no funcione, porque hubo casos donde pasó.

También pienso en lo costosa que es, y por más que me digan que no me preocupe por ello, lo hago. Porque no es justo que Paul use sus ahorros, ni que papá esté haciendo doble turno, o que mamá con la ayuda de Chloe esté vendiendo cosas dulces luego del trabajo. Ambas llegan cansadas y se ponen con la pastelería hecha en casa, no es justo.

Yo también tengo mis ahorros, aún conservo parte de lo que iba a ser para el departamento que había visto. Me negaron aceptar el dinero, pero insistí tanto que terminaron de ceder por cansancio.

Y pese a que les diga que no es justo todo lo que hacen, me ignoran. Chloe me dijo que lo valore, que es un esfuerzo para mi futuro, que la recompensa será mi momento luego de la operación.

Pero pese a que sienta que no es justo, valoro todos sus esfuerzos. De hecho, estoy valorando todas las acciones que en su momento no hice, y por más que sea tarde, lo agradezco.

Espero que Chloe tenga razón, y que la recompensa a todos sus esfuerzos sea con un resultado positivo luego de la operación.

Solo queda esperar, y mientras tanto, pedirle a Dios que todo salga bien. Ante todo, la fe.



El tan famoso médico llegó, finalmente, a la ciudad esta semana. Y en el hospital acordaron una cita previa para que lo vaya conociendo, para que sepa en manos de quién está mi futuro. Si fuese él, me sentiría demasiado presionado.

Mi madre es la que me lleva hasta el hospital, ya que así lo decidí por ser la única persona libre de responsabilidades al momento de la cita.

Estamos en la sala de espera, y mis manos sudan. Vamos, Hunter..., es solo una cita para conocerlo, no te vas a operar hoy mismo, tranquilo. Respira profundo, todo tiene que estar bien.

—Lo he escuchado en varias entrevistas que dio por el mundo —me comenta mi madre—. El tipo parece ser excelente. Y se nota que ama lo que hace, te agradará.

A través de ti (En físico y en Ebook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora