🌵 𝓡𝓮𝓼𝓬𝓪𝓽𝓮 🌵

6.5K 915 610
                                        

El Mexicano abrió los ojos algo aturdido en una habitación sucia y oscura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El Mexicano abrió los ojos algo aturdido en una habitación sucia y oscura. Esta era iluminada solo por un foco en el techo. Intentó moverse, pero no podía. Estaba atado a una silla que lo mantenía inmovilizado. Intentó calmarse, lo que Austria quería eran sus alas y no dejaría que estas salieran.

Guten Morgen (Buenos días)

También intentó hablar, pero estaba amordazado. Austria lo tomó del mentón examinando su rostro.

Has cambiado bastante, incluso has ganado algo de peso. Idiota. Te ves horrible, ¿qué acaso no te das cuenta? —dejó de ver su cara—. A lo que vine, quiero tus alas, son las representantes de la guerra. Si las tengo en mi poder, podré ganar todas las guerras posibles. Y ya las tendría de no ser por tu amigo gringo. Sólo quedarte quieto y esto será mucho más rápido.

El Austriaco sacó la inyección y la volvió a llenar de anestesia. México dio pequeños brincos en su silla intentando escapar. En uno de esos saltos, la silla se volcó haciendo que cayera al suelo.

¿Eres estúpido? Ni tratando de escapar eres bueno —volvió a levantar la silla.

México sabia que solo le arrancaría las alas, estas se regenerarían y las que tenía Austria desaparecerían en un tiempo. Pero le dolía que le quitaran las alas. Le dolía cuando estas volvían a salir y no habían sanado del todo. Empezó a llorar de la desesperación y el miedo.

No llores, México. No te asustes, que pones la carne tensa —clavó la aguja en el cuello del de emblema de águila—. Sabes, yo conozco muchos países que también tienen alas, se las he arrancado a todos.

Le inyectó la anestesia al Mexicano. Este no pudo hacer nada más que quejarse. Austria se fue unos momentos dejando que la droga hiciera efecto. Y vaya que lo hizo, pues México empezó a actuar raro. Al regresar, le quitó la mordaza. México le escupió en la cara.

¿Qué piensas ahora, maldito imbécil? —soltó una carcajada.

El Austriaco lo abofeteó. Comenzó a hacer de todo para que México dejara salir sus alas, pero estas no se dejaban ver. Al parecer debía ponerle la anestesia después y no antes de que salieran.

¡Wow! Estoy viendo todo en cámara lenta —México hablaba lentamente, luego soltó una carcajada.

Maldita sea —dijo el Austriaco.

¿Ya viste eso, Austria? —México se quedo viendo el foco—. Es como el sol. Es maravilloso.

Idiota. Ugh, de haber sabido que te pones así con las drogas no te la hubiera dado.

México empezó a marearse y vomitó. Empezó a reírse a carcajadas otra vez. Alguien pateó la puerta derribándola, FBI acompañado de ONU, Rusia y Estados Unidos.

¡Austria, pon las manos en alto! —el Austriaco obedeció la orden.

nimm es bitte, ich kann es nicht mehr aushalten (Llevenselo, por favor. Ya no lo aguanto) —México cantaba una melodía boba.

Rusia se acercó a verlo. Tenía las pupilas dilatadas y estaba ardiendo en fiebre. Golpeó al Austriaco con fuerza, había drogado a su novio. Estados Unidos también revisó al de emblema de águila.

Oh, my God! Did you drug him?! (¡Oh, Dios mío! ¡¿Lo drogaste?!)

Hey, pendejo. Tu, Trece Colonias, devuelveme a mi Texas.

Shut the fuck of (Cierra la puta boca)

Rusia desató al Mexicano. Lo cargó entré sus brazos y el más pequeño se quedó admirando su cara.

Oye, güero, ¿como te llamas? Estas muy guapo —le sonrió—. Quiero casarme contigo en una capilla.

México —se ruborizó.

¿Qué pasó, amor? —Rusia lo llevó afuera y lo subió a un auto—. Hey, alto ahí, no me secuestren.

México se aferró de la puerta. Rusia trató de meterlo al auto, pero su pareja sólo le gritaba a FBI para que le ayudara. Era un escenario gracioso si lo veías desde otro punto de vista. Finalmente, a México le dio la sobredosis y se quedó dormido en los brazos del de Ushanka. Condujeron hasta el hotel en el que se hospedaba el Mexicano y Rusia se quedó a cuidarlo.

𝕰𝖘𝖕𝖎𝖗𝖎𝖙𝖚 𝕷𝖎𝖇𝖗𝖊 [ʀᴜsᴍᴇx] {𝕋𝕖𝕣𝕞𝕚𝕟𝕒𝕕𝕒}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora