XXIV

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De forma inconsciente empezaba a despertarse, sus ojos se abrían lentamente, frunció el ceño al ver que no estaba en su habitación, y recordó que anoche después de dar tantas vueltas había ido a la puerta de la castaña y cuando estaba a punto de darse la vuelta resignada Jennie la había abierto, ambas estaban apenadas, pero eso no las detuvo en pasar la noche juntas, entre pequeñas platicas y besos que cortaban justo cuando estaban a punto de volverse algo más que calientes, ahora había despertaba y tenía a Jennie abrazada a ella, paso la mano ligeramente por su cabello, tan suave quería tenerla así, quería que todo se congelará y no tuviese que salir de ahí, se veía una enorme tranquilidad reflejada en el rostro de Jennie, su respiración era relajada y su rostro era hermoso y aniñado algo que amaba de ella. Busco con la mirada el reloj que estaba en la mesa de noche y se tenso al notar que estaban por dar las 9 de la mañana, al no levantarse su madre iría a buscarla a la habitación y no quería tener que pasar por una de sus escenas o algún comentario sobre Jennie y ella, no hoy estaba de demasiado buen humor para algo así, le dio un pequeño beso en la coronilla a Jennie y muy despacio salió de su agarre, estaba por levantarse cuando escucho la voz de la castaña.

-A donde vas? - su voz sonaba adormilada y terriblemente adorable, la rubia se dio la vuelta y la vio, tenía los ojos adormilado y su cabello estaba revuelto pero era la imagen más hermosa que ella había visto nunca, se acercó a ella y le dejó un pequeño beso en los labios que hizo que la castaña sonriera.

-Es hora de desayunar, pronto vendrán a buscarnos - su tono era tranquilo, tierno, era como si hablaba con un niño - vienes conmigo? - le levantó y le tendió la mano, Jennie asintió y la tomó, pero se detuvo un momento.

-No puedo bajar así, tengo que arreglarme un poco, no puedo bajar en pijama que dirán tus padres? Espera iré... - Lisa la abrazo por la espalda antes de que se fuera

-Te ves preciosa, no importa que te pongas, que decidas hacer, te ves terriblemente preciosa - a Jennie se le dibujo una sonrisa y se relajo entre los brazos de la rubia, esta le dio la vuelta para que quedarán una frente a la otra y empezó a arreglarle el cabello, la pijama blanca que llevaba se la acomodo un poco y le dejó un pequeño y dulce beso en la mejilla - listo vamos.

Al bajar el padre de Lisa desayunaba en el jardín así que decidieron hacerle compañía, su madre se había ido temprano a encargarse del resto de las cosas para la fiesta de hoy, sería en la casa de campo así que tendrían que salir en un par de horas, desayunaron y cada una se retiro a prepárese, Rosé dijo que llevaría una invitada, Jennie y Lisa sabían perfectamente de quien se trataba y se reunirían en la casa de campo, los padres de Lisa sabían que ella iba a la fiesta simplemente porque Jennie iría, era ese el objetivo por el que la madre de Lisa había enviado la invitación en primer lugar, tenía pensado emboscar a Jennie en la fiesta junto con Seong-Jinsu para que este la ayudara a persuadirla de estar con Lisa, ya que para Millary la relación de Jennie con su padre seguía siendo mala, pero todo cambió en la cena, nunca espero que Lisa la llevara y esto cambió sus planes de forma drástica, no estaba resignada, pero decidió que boicotear la relación de su hija no era la mejor forma de acercarse más a ella, al menos no de forma tan obvia, no esperaba que durarán tanto.

Una vez en la casa de campo una castaña preciosa con un vestido azul marino corto caminaba hacia el gran salón de la casa de campo de los Manoban, junto a la hija de estos, que no era menos despampanante con un vestido rojo que se pegaba a su figura, con la espalda levemente descubierta, todas las miradas se posaron en ellas y la forma en la que se sentía excesivamente cómodas una con la otra, saludaron a las personas, todos sorprendidos de ver a Jennie Kim en una celebración después de tanto tiempo y no de su novio de toda la vida, sino de la hija de los Manoban, quien en más de una ocasión había dejado claro su desagrado ante tales eventos. Rosé y Jisoo aparecieron entre las personas, no menos deslumbrantes que las antes mencionadas, pero si un poco más reservadas con el contacto, sin embargo a nadie se le paso la forma en la que la señorita Kim Jisoo miraba a la mejor amiga de Lisa, difícilmente despegaba su mirada de ella y sus sonrisas eran de complicidad, todas se reunieron y saludaron de forma divertida.

~The Letter~ Jenlisa | ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora