I M A G I N E [LIBRO 1] ✅

Capítulo 24

-Deja de reírte. -le susurré a Luke intentando ser seria, pero no funcionaba.

-No puedo. -balbuceó él entre risas.

-Nos van a sacar.

Luke puso su cabeza entre sus brazos sobre la mesa intentando ahogar lasrisas que escapaban de su garganta, estaba segura de que alguien se quejaría dela biblioteca, se suponía que veníamos a leer el libro que el profesor Lombard nos había dejado para una tarea, pero el chico no superaba la caída que me pegué esta mañana por ir corriendo a clases, ni tampoco que me había puesto dos pares de medias distintos.

-Eres muy torpe, Vogler. -murmuró mirándome todavíacon su cabeza sobre la mesa.

-No es la primera vez que me ves tropezar. -farfullé rodando los ojos.

-Es que ahora todo tiene más sentido.

-¿Ah sí? -elevé una de mis cejas. -¿Cuál? -inquirí.

-Que me gusta alguien que no solo se tropieza cada dos por tres, si no que, también usa medias de colores diferentes. -respondió cómodamente con una sonrisa lobuna en sus labios.

Desvié mis ojos de los suyos, el color rojo se había apoderado de mis mejillas,y quise ocultar mi rostro del rubio. Detestaba que Luke tuviera ese efecto en mí, con tan solo unas simples palabras podía ponerme de cualquier manera, hacíaefecto y prendía todas las chispas que quisiera, cuando fuera.

-Le contaré esto a mi doctora. -informó.

-¿Doctora? -pregunté confundida.

-Sí. Al finalizar mi terapia con la psicóloga, me hice amigo de una doctora.

-¿Cómo van tus citas?

-Bien, obligación de mis padres, no lo disfruto.

-¿Quién se hace amigo de una doctora? -solté una risa burlona.

-Blakie es genial, le cuento más cosas a ella que a mi psicóloga.

-¿Blakie? -cuestioné el nombre.

-Sí, así le digo...-arrastró las palabras. -Pequeños detalles, pero no importa ella.

Luke alzó su cabeza y se acercó lo demasiado a mí para que pudiera sentir su respiración. Estaba tan cerca, que podía oler aún la combinación del aromaal cigarrillo y al rollo de hace unos minutos atrás. En estos momentos me había acostumbrado a tal combinación, que la podía soportar. Podría decir que se estaba haciendo mi olor favorito, quién lo diría, hace unos meses atrás lo detestaba.

Hizo rozar su nariz con mi oreja causando que me hiciera a un lado, peroeso no lo detuvo porque lo volvió a hacer ahora con una risita acompañada.

-No, basta. -lo regañé.

Él hizo un ruido en forma de negación y se acercó una vez más susurrando algo inaudible. Lo miré directamente a los ojos seria. Él cargaba una sonrisa arrogante con sus ojos azules penetrando los míos.

No olvides a Nathaniel.

-No hagas esto, no aquí. -puse mis manos en supecho intentando alejarlo.

-¿Por qué no?

-Por que hay gente. -expliqué.

-¿Y? -mofó encogiéndose de hombros.

No quería ser explícita, pero él me estaba dando razones. Con una de sus manos me tomó de la nuca para volver a unir nuestros labios, pero esta vez, no me opuse o si quiera me alejé. Seguí el beso, sabiendo que estaba mal exponiéndome de tal manera. Su lengua le hacía cosquillas a mi labio inferior queriendo intensificar el beso.