ALWAYS WITH YOU ⋈ [The Maze Runner]

28.

Previamente:

¿Acaso nunca tendríamos paz? ¿No se suponía que lo difícil había terminado?

No estaba segura de nada. Y sentía que eso seguiría así por un tiempo.

Capítulo XXVIII:

Había terminado de comer mi plato de frutas y avena en menos de cinco minutos. Los chicos -salvo Tommy, Newt y Minho- me miraban entre sorprendidos y asqueados.

¿Acaso nunca han visto a una chica con hambre?

Rodé los ojos y bebí mi jugo de naranja mirando hacia otro lado. No me apetecía mucho el aguantar el humor de ninguno de estos chicos.

Mis ojos viajaban por las mesas, observando a todos los chicos y chicas que comían tranquilos y alegres. Al menos ellos podrían pasarla bien aquí.

Según oí a unos chicos que se sentaron con nosotros, había varios laberintos en el lado habitable del globo, cosa que Janson nos había explicado el día en que llegamos. Todos sufrieron las mismas variables, pero los sobrevivientes variaron en número.

Me había desconectado de la conversación en cuanto había empezado a comer, todavía pensaba en lo que había escuchado poco tiempo atrás. Todo parecía ahora más bizarro.

Seguía mirando por todo el comedor cuándo mi vista chocó contra la de un chico que desayunaba solo en una mesa esquinada. Me pareció raro que no estuviera con alguien, la mayoría había salido acompañado.

Me sobresalté cuando Newt apretó mi muslo levemente. Se veía algo confundido con mi actitud hasta que dirigió mi vista hacia dónde estaba mirando.

El chico misterioso volvió a fijar su vista en el plato en cuanto se percató de que no sólo yo lo estudiaba con gran curiosidad.

— Él es el más antiguo aquí.— Comentó el chico moreno que nos acompañaba en la mesa.— Lleva casi una semana...

— ¿Y saben por qué?.— Preguntó Newt antes que yo.

— Ni idea, hermano. Aparte de eso, sólo sé que estuvo encerrado en un laberinto con puras chicas.— Explicó el chico dándole un mordisco a su manzana.— Algunos si tienen suerte...

Todo los larchos me dedicaron una mirada.

— Yo no diría eso...— Murmuró Winston, ganándose una colleja de parte de Minho.— Auch...

Me removí en mi asiento incómoda. Era obvio que el carnicero no me tenía demasiado aprecio.

El resto de la comida pasó en calma. Noté que Jack andaba más callado que de costumbre, lo cual ya empezaba a angustiarme. Eso podría indicar que algo no está del todo bien, claro está.

Justo cuando iba a acercarme y hablar con él, la puerta del comedor se abre de golpe mostrando a un Janson de muy buen humor y con una enorme sonrisa en el rostro.