Donde las estrellas tocan el corazón (TERMINADA)

Capítulo 38

Kael

Su cabeza avanza con lentitud hacia la mía y yo hago lo mismo.

Él provoca esto en mí. No sé qué me pasa cuando hace eso de ladear la cabeza que me entran unas antojables ganas de sentir sus labios jugar con los míos. De volver a sentir esa extraña sensación en mi interior justo como la primera vez. Me resulta un poco extraño todo lo que ocasiona en mi interior con simplemente estar a mi lado. Pero eso extraño me gusta demasiado. Me hace sentir bien. Relajado. Tranquilo. Único.

Conforme más me acerco, comienzo a cerrar los ojos hasta que todo está oscuro e intento imaginarme su rostro cuando esto suceda. De repente, los abro y lo veo más cerca de mí, a escasos centímetros de distancia, y entonces lo beso. Estampo mis labios contra los suyos de una forma lenta y segura, más segura que la primera vez. Y esta vez no me siento extraño, sino que algunas piezas de mi propio rompecabezas comienzan a tomar sentido y forma, colocándose en donde van.

Lo tomo por sorpresa, pero logro juntar mis labios con los suyos.

La canción ha sido la palanca para que me motivara a hacer esto. Ha sido la palanca para descubrir quién soy en realidad. Mi corazón ha tomado una decisión, y esa decisión es Kyle. Kyle Munro. Y confío plenamente en mi corazón porque el corazón nunca se equivoca.

Mientras lo beso, no puedo dejar de cantar en mi mente la canción que acabamos de elaborar sin necesidad de escribirla. Simplemente fluyó. Salió de nuestro interior con el único fin de demostrar lo que ambos sentimos el uno por el otro. Cuando me besó hace tres meses tenía miedo a lastimarlo. Pero ahora lo único que siento es paz. Paz. Felicidad. Tranquilidad. Serenidad. Todo lo complicado comienza a ser más fácil.

¿Cómo era posible que un beso fuera el arma mortal de los humanos?