1. Vestido Perdido

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Una chica se encontraba corriendo por los pasillos de aquella hermosa mansión, corría por esos pasillos tan hermosamente decorados con muebles elegantes hechos por artesanos de todas partes del mundo y con las paredes cubiertas por los cuadros de los antepasados del joven Duque de Sussex, no había nadie que en los pasillos, nadie verían la penosa imagen que daba, en ese momento todos deberían estar brindando por la feliz pareja, mientras su corazón había sido roto en mil pedazos, su cara estaba roja por las lágrimas derramadas, el vestido con la bastilla rota por las veces que por poco tropiezo con el y su maquillaje arruinado, pero ahora no me interesaba, solo quería abandonar esa casa, después de enterarse que el Duque Sussex, Nicolás Bradbury acababa de comprometerse con su amiga Lady Amelia Smith ahora futura Duquesa de Sussex.

Esa mañana algo le decía que no iría bien, adoraba Londres por ser una ciudad fría y la mayoría del tiempo nublada, pero esa mañana era especialmente soleada, esta era su cuarta temporada, pero no le importaba, había recibido dos o tres propuestas de matrimonio pero había logrado deshacerme de ellas con el pretexto de que no llenaban sus expectativas, la realidad es que esperaba que aquel joven, su amado Nicolás, mejor amigo de su hermano Francisco Corwall, se fijará en ella, había hecho de todo para llamar su atención, coqueteaba descaradamente, aparecía donde él estaba, eventos, bailes, parques, incluso cuando era más pequeña se declaró abiertamente jurando que algún día seria su esposo, sin embargo parecía que solo me veía como una su hermana menor, Francisco le rogaba que se olvidara de esa idea, es más le exigía que no siguiera con eso, pero ella estaba decidida a conquistarlo.

Esa noche se realizará una recepción en casa de Nicolás para celebrar su cumpleaños número 28, su madre mandó confeccionar un vestido hermoso en color carmín con detalles dorados, aunque de inicio decía que no eran colores que una joven casadera debería usar, cuando vio que el color de la tela hacia resaltar la piel blanca de aquella muchacha no dudo de confiar en su buen gusto, pero al parecer no había iniciado el día con el mejor pie pues estos dolores de cabeza cada vez eran más frecuentes, el médico de la familia, Humberto un joven recién egresado de la universidad pero una eminencia en la ciudad por sus tratamientos alternativos y de rápida acción, era el que me daba un nuevo tratamiento, a base de una mezcla de hiervas y otros componentes, no entendían el hecho de su mal, pues parecía que gozaba de buena salud.

— Mi niña, buenos días cómo amaneciste — Entro a la recamara Hortensia la ama de llaves de la casa, fiel cuidadora de los muchachos los había atendido desde que éran unos bebés, era una mujer un poco mayor, que enviudó muy joven y nunca más volvió a casarse — Señorita se ve realmente mal — Se acercó a ella para verificar que no tuviera fiebre, pero su pálido color deja ver claramente que no se encontraba bien.

— Buenos días, este dolor de cabeza a regresado — Sentía como si la cabeza le pesara mientras se ponía de pie, sentía fuertes punzadas y solo estaba agradecida de que las cortinas de la recamara estuviera cerradas, dando oscuridad, de lo contrario sabía que el dolor sería prácticamente insoportable

— Hablaré con tu madre, necesitamos que otro doctor te revise, estoy segura que esos dolores no son normales, cada vez son más fuertes

— No, sabes que si se entera que estoy mal me impedirá ir a la velada de esta noche y quiero ver a Nicolás, quiero estar con él esta noche, es su cumpleaños es una fecha importante

— Hay mi niña, espero que el joven sepa corresponder a ese amor tan grande que tienes por él — ella conocía del inmenso amor que le tenía, de la devoción en su mirada y sabía que un amor así de intenso a veces solo traía desgracias — Solo descansa, vendré a ver cómo te sientes más tarde

— Tomaré las gotas que me dio el medico eso siempre logra calmar mi dolor, déjame dormir un poco más y después comenzaré a prepararme para la velada de esta noche

EL DUQUE AMERICANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora