Capítulo 52

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Montserrat

Mis pasos son apresurados, mi corazón golpea con fuerza contra mi pecho y mi respiración es ligeramente irregular por lo nerviosa y apresurada que me encuentro.

—Te dije que no era necesario que vinieran —Comenta Caleb en cuanto nos ve aparecer, mira por algunos segundos Jack antes de centrar su atención por completo en mí.

—Yo insistí en venir —Informo —No pretendías que me quedara en el departamento de Jack como una niña asustada —Reprocho.

—No, pero en estos momentos mientras más lejos te encuentres de aquí es mucho mejor —Masculla mi hermano.

Ruedo los ojos, lo esquivo sin darle una respuesta mientras me adentro al departamento. Casi de manera inmediata me detengo, lo que imaginé cuando Jack había mencionado que alguien destrozó mi departamento era poco en comparación con la escena que mis ojos estaban mirando.

Todo, completamente todo, estaba hecho pedazos.

—¿Pero quién rayos hizo esto? —Inquiero con incredulidad. Los muebles estaban rasgados, los arreglos y algunos cuadros que tenía como decoración estaban rotos, los espejos y ventanas hechos añicos.

—Eso intentamos averiguar —Volteo cuando escucho una voz desconocida para mí. Un hombre de aproximadamente treinta años se encuentra a mi lado. —Soy el detective Morris —Informa presentándose.

—Montserrat Lewis —Pronuncio —¿Tiene algo?

Él niega.

—Nada por el momento, pero estamos trabajando en eso —Articula.

Cierro los ojos para luego cubrir mi rostro con las palmas de mis manos. Esto era un completo desastre.

—¿Todo el departamento está así? —Inquiero.

—Lo único que pudo salvarse fue tu habitación —Dice Caleb a mi lado —Ahí solamente está desordenado pero fue la habitación que recibió menos daño.

— ¿Y la de Hannah? —El plasma una mueca en sus labios dándome a entender que probablemente esté igual o peor que la sala.

Apresuro mis pasos hasta ahí, cuando llego, siento que el aire abandona completamente mis pulmones.

—No puede ser —Jack ha llegado a mi costado y parece tan sorprendido como yo.

Todo, absolutamente todo, está hecho pedazos.

Los cuadros, peluches, ropa y decoraciones que había en la habitación se encuentran en el piso. Todos rotos.

— ¿Cuándo ocurrió? —Inquiere Jack.

—Hace aproximadamente dos horas, un vecino reportó que su puerta se encontraba abierta, pero al parecer, nadie escucho ni vio a alguien entrar. —Informa el detective —Estamos intentando acceder a las cámaras de seguridad del pasillo para localizar al responsable, es la manera más sencilla para hacerlo.

Jack rodea mi cintura con sus brazos por algunos segundos. Luego, toma una de mis manos para conducirme fuera del departamento.

Cuando nos encontramos en el pasillo, parece que puedo respirar otra vez.

—¿Quién...quién pudo ser capaz de hacer eso? —Inquiero con la voz rota —Jack, eso es horrible.

La angustia y desesperación comienzan a llenarme por completo. No quería ni pensar en que hubiese pasado si mi hija y yo nos hubiésemos encontrado en casa en esos momentos.

Inesperado Amor ©||EN EDICIÓN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora