Separar el agua del hielo. | Navia, Lydery, Ultear x Gray

Capítulo 48. La razón de ser.

Cuando las historias se cuentan son muchas partes las que se omiten, simplemente por falta de memoria o por no encontrar el momento exacto para añadir el dato. Eso hace que los cuentos se vuelvan algo fantástico, pero también puede significar todo lo contrario.

El mundo de las palabras es algo mágico, algo en lo que unos tienen mayor habilidad que otros, pero que aun así cada quién posee su propia manera. Todo se resume en: "algo único."

Quien narra la historia es alguien sustancial, será el ser capaz de transmitir un mensaje, la razón de ser de cada personaje, de cada instante y de cada intercambio de palabras. Juvia, Natsu, Gray, Ultear, Lyon y Meredy, eran el punto central, la clave exacta de los hechos y los narradores de aquellos libros. Los elegidos según las profecías, pero cada uno con un papel diferente, todos con un final distinto por elección o destinó.

Mientras unos se han condenado al sufrimiento eterno, otros condenados por los demás, vivirán la felicidad incompleta. Ninguno podía estar totalmente satisfecho, todos tenían un castigo que pagar.

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Meredy era la más valiente de la historia, la única que deseaba dar su vida con el fin de remediar sus errores.
Muchos creerán que sus razones eran egoístas, que su sufrimiento era un castigo, pero pocos lograban entender la gran labor de ella, el gran triunfo que daría a los que más amaba.

—Wendy, realmente lo siento— Suspiro cansada, mientras cerraba los ojos, el cielo indicaba que era momento de dar inicio a el ritual que según cambiaría todo.

—Conmigo no es el perdón, Juvia se encargará de ésto— Respondió la menor, que aunque aún se notaba disgustada estaba de un mejor humor. —Por ahora, solo hagamos lo que solo nosotras sabemos hacer. ¿De acuerdo?

Meredy sólo asintió.

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—Que agradable, eres tan fantástica— Mencionó con burla la mujer, que lejos de mostrar arrepentimiento parecía orgullosa de sí misma.

—Juvia no está jugando, esto acaba hoy. Es momento de que abandones este mundo— Exigió la más joven, que mantenía su carácter de desear deshacerse de su yo de otro tiempo.

—Oh querida. No me importa morir ahora, he dejado mi huella. Eso ya es más que suficiente— Logrando esquivar el ataque de la contraría sonrió ladinamente. A simple vista el disgusto era notorio. No le gustaba hacer aquello. —Mi propio mundo estaría orgulloso de lo que logré, así que no puedo estar triste.

— ¡¿Entonces, porque?!— Juvia era la más alterada de ambas. Todo el mundo ya era un total caos y ella no sabía cómo remediar nada.

—Solo deseaba tener una razón de ser, algo que me ayudará a dejar de lado la culpa. Además quería separarte de aquellos que amas, quería que tú sufrieras como yo.

— ¡Juvia!— Natsu se interpuso en el camino, de aquél ataque de agua. Lo que sorprendió a ambas chicas que no esperaban aquella aparición.

—Natsu, Juvia está feliz, pero...

—De ahora en adelante quiero que estemos juntos. Así que te protegeré— Juvia deseaba llorar, pero simplemente se mantuvo fuerte. Ya no era momento de lamentos.

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—Adelántense— Mencionó el mago de hielo, con si típica frialdad, a lo que la mayoría no prestó atención. Siguiendo sus palabras todos continuaron con su camino, a excepción de la de cabellos negros, que fue detenida. —Ultear, hay algo que debemos hacer antes. Esto podría ser de gran ayuda.