4. Amantes de callejón

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Los días pasaban lentos, estaban a solo unas horas el baile tan ansiado por toda la sociedad inglesa, Camila estaba sentada en el jardín de la casa, tenía su libro favorito en las manos y aun así no lograba prestarle la más mínima atención, su cabeza aun le daba vueltas, trataba de permanecer tranquila frente a sus padres pero ella sabía el tormento que era su corazón, estaba tan sumida en sus pensamiento que se sorprendo cuando una manos se posaron en sus hombros

— En que está pensando esta enredada cabecita — Francisco le dio un beso y se sentó a su lado, su hermano era una de los solteros más codiciados de Londres, pero parecía negado a enamorarse o incluso a contraer matrimonio, todo mundo sabía que era imposible de comprometer y muchas madres preferían a sus hijas alejadas de el

— Que haces aquí, pensé que estarías trabajando o en la cámara de Lores con papá — Cuando miro el libro en las manos de Camila, solo puso cara de disgusto, detestaba que su hermana leyera historias con amores ideales, él sabía que la vida en pocas ocasiones te da un amor así, por lo que ella lo dejo de lado y trato de cambiar la conversación antes de que él le diera un sermón — Nunca estas en casa a estas horas

— Tuve que salirme de la cesión por un asunto personal, bueno un negocio más bien, pero cuando llegue a casa mama dijo que has estado aquí toda la mañana, estás preocupada

— Francisco necesito saber toda la verdad, no dejo de pensar en lo que paso, me siento humillada por que la que yo consideraba mi amiga me traiciono, tú debes saber desde cuando se entendían y también quiero saber por qué no me dijiste nada

— No te voy a mentir, yo solo sabía que pretendía una muchacha, pero no tenía nombre, hace unas semanas viajo a Francia para finiquitar unos negocios, cuando volvió me confeso estar enamorado pero no lo tome enserio y solo me confeso que en el barco tuvo la oportunidad de convivir con unas dama pero no dio mayor explicación, nunca supe un nombre, ni un apellido — Dio un suspiro, estaba afligido porque el sabia el dolor que sentía su hermana al tener un corazón roto — De haber sabido de quien se trataba, hubiera tratado de evitarte el dolor de todas las maneras posibles, él nunca te vio de la misma manera que tú a él, muchas veces te lo trate de advertir

— Pero es tu socio y tu amigo no deseo que tengas problemas con el yo se lo importante que es tener tratos con su familia

— Corrección pequeña ex-socio — Camila lo miro con sorpresa, no era posible que el haya roto la sociedad, tenían un negocio prospero, al notar la cara de su hermana el joven decidió que era mejor que supiera la verdad — Hace algún tiempo que yo pretendía ampliar el negocio, pero él no está en las mejores condiciones, hablando por lo menos de dinero

— Estamos hablando de que Nicolás está en la ruina

— Una mala inversión en un negocio, de hecho él fue a finiquitar ese asunto, obviamente no quedo en la calle, pero si un poco dañado económicamente, sin embargo se repondrá es mi amigo sabe que cuenta con mi apoyo, sin embargo yo busco otras cosas por lo cual decidí finiquitar la sociedad

— Pero ese negocio es tu vida — Camila se alteró al escuchar tal confesión, ella sabía cuál importante era para su hermano esa sociedad y se sentía culpable por qué parte de esa decisión era por ella — Hablaremos con él, diremos que estas arrepentido y seguramente en unos años podrán expandirse

— Basta pequeña fiera, aun no termino de contarte todo — La sujeto por los hombros y la obligo a sentarse nuevamente — Ya tengo un nuevo socio, cuando estábamos en la cámara me tope a un viejo amigo del colegio, de cuando estudie en América, me comento que acaba de heredar y como no conoce el mercado europeo, me pidió que asesoría, sin embargo le solicite que fuéramos socios a lo cual estuvo encantado, al parecer tiene demasiadas actividades en este momento por lo cual necesita ayuda

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