¡Confié en ti! (Billdip) {Editando}

Capítulo #5

Dipper en cuanto salió de la cabaña del misterio se dirigio al café de linda Susan por unos refrigerios para cuando le diera hambre mientras paseaba por el bosque, además que mejor que un lindo aperitivo para sentirse de vuelta en casa con nostalgia incluida:

Dipper llegó al sitio observando que no estaba muy lleno ese día, mucho mejor para él sinceramente, tomó asiento y una vez que la dueña del lugar se acercó a pedir su orden sonrió saludandola, le costó reconocerlo al principio por el paso de los años pero al final lo hizo y escuchó atenta su orden a la vez que lo elogiaba por qué había desarrollado un muy lindo rostro, mencionó que tal vez por cortesía de su tío, sonrío nervioso ya que no recibía tantos cumplidos por su apariencia, otra razón en su lista para que le gustara estar allí, ahí todavía no había creado una reputación para que todos lo rechazaran:

Dipper: Sería solo un jugo de frutas por ahora, oh y además un paquete de cupcakes para llevar por favor -Pidió de forma amigable, sintiéndose relajado por momentos, la mujer lo anotó y se retiró diciendo que esperara un poco-

Se recargo en su asiento mirando por la ventana, mirar adentro le traía recuerdos de cuando solo se sentaba allí con su hermana para que esta le hablara de su nuevo plan para conquistar al nuevo chico que le gustaba... ¿por qué el no pudo hacer lo mismo al menos una vez sin que esta sobrereaccionara? Ya fuera para bien o para mal, y de hecho eso le recordó algo por lo que tomó su teléfono y fue a sus chats, Wendy había visto sus mensajes por fin pero no parecía responder, sólo aparecía como que ya lo había visto, suspiró de forma pesada deprimiendo el ambiente.

De inmediato negó con la cabeza, no, no había ido a ese lugar para estar triste, había ido a revivir los mejores días de su vida para olvidar un infierno, aprovechando que no tenía a nadie cerca grabó un audio en voz baja:

Dipper: Hey, se que estás ocupada con tus tareas y eso pero bueno, tal vez en alguno de tus descansos puedas escuchar esto -Con un tono animado y procesando sus palabras- Volví, así que si pudiéramos vernos en algún momento sería algo increíble, para ponerlos al día y esas cosas, pero por ahora mucha suerte

Se aplaudió internamente a si mismo por haberlo dicho sin tartamudear y de ahí sacó su libro y aquella aura de determinación volvió a él, ¿qué buscaría primero? Tal vez debería esperar a la noche para encontrar a algún hombre polilla, ¡o tal vez debería buscar un pato con cara de estómago para encerrarlo en el closet de su hermana y así provocarle un paro cardíaco cuando lo abriera!

Al final se quedó con dos opciones, había unas ruinas muy a lo profundo del bosque a las que nadie se acercaba o también podía ir a molestar a los hombres tauros, era el primer día y debía aprovechar para hacer sus locuras... ¿o eso se hacía el último día? Ya no recordaba pero decidiría una vez estuviera en el bosque, y en cuanto le trajeron su pedido se levantó emocionado, su propio día de aventuras:

Dipper: ¡Muchas gracias! La veré luego -Guardó todas sus cosas con prisa dándose cuenta de que ni siquiera le dio un sorbo a su jugo, se lo tomaría en el camino no había problema, pagó todo y salió prácticamente dando saltos-

Dipper se sabía el bosque casi como la palma de su mano, pasaron los años pero su memoria guardaba con cariño cada centímetro de allí para cuando regresara, excepto la parte más profunda claro, su tío Ford le habia advertido varias veces que no fuera allí cuando era un niño ya que habia criaturas demasiadas peligrosas como para que investigara solo, que se lo tragarian en un solo segundo sin dudarlo en cuanto lo vieran y no tendría escapatoria, pero el recordar eso una pequeña sonrisa triste volvió a su rostro, cuando recorría todo con el héroe de su infancia en cuanto descubrió que el escribió el diario que tanto amaba, dijo que nunca fuera solo pero, ahora él ni de chiste estaría dispuesto a acompañarlo para que no de hiciera daño, sintió un vacío en el pecho y dejó de prestar atención al camino.