20.

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Una semana después.

Yerim había insistido en acompañar a Donghyuck a la estación de autobuses, pero este último se rehusó hasta convencerla ya que no quería ser descubierto en plena ida con Lee Mark.

Los dos chicos partieron juntos, la mitad del camino Mark durmió con audífonos en sus oídos, Donghyuck por su parte iba del lado de la ventana, desde ese puesto observaba el paisaje, que, aunque muy bien conocía, le encantaba admirar.

El mayor de los dos despertó de su ensoñación y vio al chico que estaba a su lado, el sol impactaba en su rostro sin ser muy fuerte, haciendo que sus ojos brillaran y su piel luciera fresca.

Sin percatarse de ello una sonrisa salió de sus labios, jamás había observado una belleza tan natural como aquella.

Donghyuck no poseía de maquillaje como la mayoría de las chicas, y lucía tan bonito que no lo necesitaba para nada.

— Hyung, despertó al fin, creí que dormiría durante todo el trayecto y no hablaríamos. — En sus labios se formó un leve puchero, tan adorable que Mark tuvo que morder su mejilla interna.

— Lo lamento Donghyuck, usualmente no suelo madrugar. — Se disculpó sincero mientras quitaba uno de sus audífonos y lo ponía en el oído ajeno con delicadeza.

En el celular del mayor se reproducía Youngblood de 5 Seconds Of Summer, una canción que disfrutaba mucho Mark y solía escuchar para cualquier tipo de ocasión.

— Esa canción es agradable hyung, pero la letra es tan... Como si hablara de un amor tóxico supongo, ¿Podría poner otra?

— Me gusta esta, se convirtió en mi favorita, esperemos a que acabe.

Donghyuck asintió volviendo a posar su mirada en el camino con un poco de nostalgia mientras pensaba en muchas cosas, su mente divago en tantos temas, ninguno le hacía bien, así que se prometió intentar dejarlos en el pasado.

Los olvidaría en este viaje definitivamente.

La canción dejó de sonar y Mark retiró los audífonos para guardarlos. Después inicio una conversación amena con Donghyuck durante todo el camino, el cual fue completamente distinto para el pelirojo, ya que usualmente iba con Yerim y la chica siempre solía jugar cartas con él sin excepción alguna.

En cambio con Mark pudo liberar muchos de sus pensamientos, le contó sobre sus abuelos y lo graciosos que solían ser, que tenían una pequeña tienda de comida en Busan y que estos solían consentirlo mucho cuando iba para allá.

El viaje más divertido para Donghyuck se hizo tan corto que sintió un poco de tristeza, en la estación fue corriendo al baño dejando a Mark a cargo de las maletas.

— Hola chico, ¿Sabes dónde esta el dueño de estas maletas? — Le preguntó una anciana a Mark.

— Oh, es mi amigo y...

— ¿Vienes junto a Donghyuck? 

— Así es, ¿Usted es su abuela?

La señora asintió sorprendida viendo al chico con gran curiosidad.

— ¡Abuela! — Se escuchó a lo lejos por Donghyuck, el cual venía corriendo para abrazar a su abuela.

Ambos se abrazaron y la señora mayor exclamó:

— ¡Estoy feliz Donghyuck! — Dijo con lágrimas en sus ojos — No puedo creerlo, al fin superaste a Jeno y estás con alguien mucho mejor, el cual traes aquí, no tienes idea de cuan feliz haces a tu abuela, la cual esta en sus últimos años de vida.

— No abuela, no so-

— Gracias querido — Le interrumpió con más lágrimas en sus ojos y se arrojo a él para darle un gran abrazo — ¡Ahora si podré morir en paz!

Donghyuck observó a Mark con pánico y este solo se limitó a ahogar su carcajada y hundirse de hombros sin dejar de mirar aquella inesperada escena con gracia.

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