Capítulo #10

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Nuevamente pasó otra semana y el castaño ... Se la estaba pasando increíblemente bien, su vida se volvieron salidas con sus amigos y el resto solo hablaba con el ente de un solo ojo y eso se convirtió en algo que en verdad apreciaba, resolvía los enjambres de dudas que tenía en su cabeza a la vez que lo hacía reírse, enojarse, emocionarse, tantas emociones que lo hacían sentirse vivo y que solo hacía que agradeciera el momento en que encontró aquella cueva, ya el hecho de olvidar todas las advertencias sobre él no parecía solo algo que él mismo se obligaba a decirse que lo había olvidado, sino que parecía haberlas olvidado de verdad.

Para ese día tenía planeado salir con Bill al bosque para buscar algún hombre polilla y que le dijera como podía acercarsele de una forma segura pero el castaño tuvo una petición de último momento de su amiga pelirroja para salir a divertirse, no lo había dudado y cambió de planes de inmediato:

Bill: Sigo creyendo que no tienes respeto por el universo, no puedes cancelarme a mi una salida en el último segundo -Estaba levitando a lado del chico mientras lo regañaba, aunque este no le estaba prestando atención solo estaba guardando sus cosas-

Dipper: Y tú no puedes ponerte celoso solo por que elijo ir con Wendy antes que contigo, además no dudo que estarás acosandome a donde sea que vaya así que no se de que te quejas -La felicidad emanaba de si mismo, bajo las escaleras encontrándose con la grata sorpresa de que su hermana no estaba, se despidió de su tío Stanley y salió corriendo al lugar de encuentro con Wendy y sus amigos-

No esperaba nada menos que una tarde maravillosa, los amigos de la pelirroja eran muy alocados y hacían toda clase de locuras que a veces llegaban a aterrarlo por las consecuencias pero terminaba siendo influenciado por esa vocesita en su cabeza que le decía que no importaba, y él mismo de hecho regañaba a esa voz a cada rato por intentar hacer que le respondiera en voz alta pero al final le hacía caso.

Ya era tarde y el resto de chicos tuvieron que irse, aunque su amiga de sombrero de leñador quiso hacer una última parada en el centro comercial para terminar los juegos que tenían pendientes, al final no le había cuestionado el porqué se había ido así tan de repente aquel día pero entendió que ella misma se tardó demasiado y que él pudo haberse cansado de esperar.

Jugaron en las maquinitas, pasearon por algunas tiendas ambos diciendo alguna ropa que les gustaba pero que lamentablemente no podían pagarse así que sólo se quedaba como una tortura en la que ellos mismos se metieron, y al último fueron al área de comidas para pedir unos nachos y hablar de la última semana:

Wendy: En serio Dipper, tienes que hablar con Stan, no es normal todo lo que trabajas en la cabaña y que no te pague ni un dólar por eso -Tomando asiento en una de las mesas con bastante tranquilidad para después comer uno de sus nachos que habían traído consigo de la barra de pedidos-

Dipper: Créeme que en todos los escenarios posibles eso no va a pasar, ya hasta incluso sé que se está cuestionando si empezar a cobrarnos a Mabel y a mi por vivir allí jajaja -Rio ante esa situación imaginaria mientras hacia lo mismo que la chica y comía su pedido-

¡Confié en ti! (Billdip) {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora