La loba y el ciervo.

La unión.

DISCLAIMER: Lo único mío es mi corazón gendrya shipper.

El día de la boda de Gendry y Arya había comenzado con una tormenta de nieve ligera, el patio de Invernalia tenía una fina capa de nieve y ella estaba segura que el Godswood se vería completamente hermoso en la ceremonia. Su madre se encargaría de eso.

Arya estaba en sus habitaciones, todavía era muy temprano así que no había sido molestada todavía, probablemente su madre pensó que era prudente dejarla dormir pero ella no pudo hacerlo, toda la noche dio vueltas en su cama, ésta sería la última vez que durmiera sola, no tenía miedo pero estaba preocupada. Ella sabía que Gendry no era un mal hombre pero la ropa de cama era un tema que la hacía sentir incómoda. Recordó la conversación con su madre:

-Arya, sobre la ropa de cama- Catelyn comenzó.

Arya quería que la tragara la tierra.

-Al principio va a doler cariño, pero debes dejar que tu esposo tenga lo que requiere de ti, sé que Gendry es un buen muchacho y gentil, él va a portarse bien contigo.

Arya se sintió mareada pero no contestó, su madre aprovechó para continuar.

-Si sientes mucho dolor, solo piensa en Invernalia querida, en que si los dioses son buenos, tendrás un bebé pronto en tus brazos y todo esto habrá valido la pena.

Catelyn había dejado a Arya después de esa terrible conversación. Ella quería correr, quería huir pero no podía hacerle eso a su padre, a su madre y a sus hermanos.

Su madre entró en su habitación unos minutos después:

-Arya, venía a despertarte- Cat la miró preocupada- ¿te sientes bien cariño?

-Sí madre- ella respondió.

-Arya, ¿no has dormido, verdad?- Cat regañó.

Ella negó con la cabeza.

-Todo va a estar bien, sabes que tu padre y yo te amamos, ¿cierto?

-Yo también los amo mamá.

Cat la abrazó y le pidió a una doncella que trajera su desayuno, ellas compartieron un momento de madre e hija a solas.

                                                                 -O-

Dos horas después, las doncellas entraron con el vestido de novia, era realmente hermoso. Era un vestido color beige, con decoraciones doradas, era con el cuello alto y un escote ligero, las faldas no eran tan amplias e incluso ella juraba que podría caminar con ellas, en realidad era bastante bonito- pensó.

Las doncellas la limpiaron hasta que su piel quedara rosa, al agua le vaciaron diferentes aceites que olían a flores, después la peinaron, estaban a punto de hacerle un peinado sureño cuando ella protestó.

No- Arya le dijo a su madre- quiero mi cabello normal, sin un nudo de pájaros en la cabeza.

-Arya- Cat amonestó- es una tradición que la novia se peine como se acostumbra en su futura nueva casa.

-Pues no lo haré, me niego y háganle como quiera.

Catelyn suspiró.

-Está bien, Arya, voy hacerlo lo más simple posible. Cat le hizo unas ondas en el cabello y le unió dos trenzas como ella misma lo hacía en su cabello. Le puso polvo en su cara y un bálsamo de labios color rojo. Después le ayudaron a colocarse el vestido, era una verdadera novia.