ᴄᴏʀᴀᴢóɴ ᴅᴇ ғᴜᴇɢᴏ ✔©

• ᴄ ᴀ ᴘ ɪ ᴛ ᴜ ʟ ᴏ ɪx •

— Abby—susurró en mi oído un poco excitado por la situación—, dime que quieres esto tanto como yo lo quiero.

Oh, no te haces una idea de cuanto quiero esto.

Volvió a juntar una vez más sus labios con los míos, pero esta vez con mucha más intensidad. Su mano entró por mi remera y recorrió toda mi espalda con suaves toques, cosa que provocó que cada parte de mi cuerpo se estremeciera. Estoy totalmente consciente de lo que iba a pasar entre nosotros, y realmente deseaba que esto pasara, pero es más que obvio que Jackson no está igual de consciente que yo. El sabor del alcohol en sus labios provocó que toda mi excitación se vaya a la mierda, y créanme, hubiera seguido como una idiota, pero ese sabor me hizo acordar que este idiota ha estado tomando como un loco cuando estábamos en el balcón. Lo empujé suavemente y me alejé de él yendo hacia un costado.

— Estás ebrio, y no pienso aprovecharme de eso—miré hacia otro lado para no ver su pecho descubierto—. Quiero esto, y si tú también lo quieres, tendrá que ser cuando estés completamente sobrio—agarré su bolso junto con su remera y se lo tiré en el aire para que lo agarrara. Esta tan jodidamente ebrio que ni siquiera reaccionó en el momento que le tiré el bolso—. Puedes recostarte en el sofá de la sala hasta que se te vaya el alcohol, y si no quieres, puedes irte de aquí—dije fríamente.

Agarró su bolso tambaleándose un poco. Estuvo a muy poco de caerse al piso. Me miró decepcionado e hizo una leve mueca. No parecía estar decepcionado por el hecho de que corté "ese momento", parecía estar decepcionado por otra cosa que aun yo no sabía.

— Espe-esperaba que dije-dijeras que me quedara junto a ti—dijo con algo de dificultad mientras sus ojos se cerraban.

Tal vez... tal vez se lo hubiera dicho para que no se fuera en ese estado, pero la niña con coletas que me está viendo desde la puerta de mi habitación con cara de desaprobación me obligó a no pedirle a Jackson que se quedé. Maya entró a mi habitación cerrando la puerta lentamente para que él no se diera cuenta de su presencia. Jackson, al no ver ninguna respuesta de mi parte se dio la vuelta y bajó las escaleras mientras que yo me quedaba observando desde la segunda planta que no se cayera.

En cuanto escuché el portazo de la puerta trasera de la casa me dirigí a mi habitación y me encontré con Maya acostada boca abajo.

— Escuché un gran golpe en la pared, creí que habías tenido uno de esos ataques de ira por el fallido reencuentro que has tenido con Luke, así que pensé en salir para ver si necesitabas algo de ayuda o apoyo, pero cuando salí me encontré con algo totalmente diferente—se levantó de la cama y me miró—. Solo... no digas nada. Me iré a dormir—sonrió de lado un tanto triste.

La fui mirando mientras veía como se iba de mi habitación con la cabeza gacha. Al irse cerró la puerta lentamente. Lo sé, no fue muy correcto que Jackson y yo casi tengamos sexo mientras me tocaba cuidar de una niña, pero la situación me había ganado por completa, y siendo sincera, por un momento había olvidado que Maya estaba en la casa. ¿Qué? Nunca me había pasado algo así, mis hermanas nunca estaban en la casa, y me terminé acostumbrando de ello. Aunque, creo que a Maya no le molestó el hecho de que Jackson y yo casi tengamos sexo en el pasillo, lo que seguramente le molesta es que sea Jackson, y no la persona que ella quiere con la que este. La conozco perfectamente, y sé que en su cabeza ya se habrá armado mi cuento de amor con la persona quiera.

Me recosté en mi cama y me mantuve mirando el techo mientras tenía uno de mis brazos detrás de mi cabeza. Como si fuera poco, no podía dejar de pensar en lo que casi acaba de pasar. Fue tan repentino e inesperado lo de Jackson que, aun me cuesta asimilarlo. Y es que, cuando me besó... mierda, se sintió tan jodidamente bien como la primera vez, y miento si digo que no quiero que lo haga de nuevo. Y, a decir verdad, creí que cuando volviera a la ciudad, nosotros... no lo sé, íbamos a volver a intentarlo, pero no esperaba que todo fuera tan rápido y que me besara de la nada. Pero, todo se debe al jodido alcohol, siempre se debe al jodido alcohol.