Capítulo 1: Garzón Industry.

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POV CALLE

Domingo 14:00 pm. Casa de los Calle.

-Despierta Daniela! -escuché gritar a mi padre molesto, mientras jalaba las sábanas que envolvían mi cuerpo.

-Son las 2 de la tarde Daniela Calle.-Volvió a gritar esta vez mientras abría las persianas de mi habitación.

-Por Dios papá! Baja la voz, que me duele la cabeza. -repliqué, mientras abría lentamente mis ojos. La Luz del sol daba directamente a mi cara y me era casi imposible ver con claridad.

Cuando por fin pude abrir mis ojos, pude observar a un Germán Calle parado a un lado de mi cama con una expresión llena de enojo.

-¿Qué sucede? ¿Por qué tanta bulla? -pregunté fingiendo demencia, aunque yo ya sabía por donde iba la cosa.

-¿Porqué tanta bulla? Perdón su majestad. ¿La molesto? - replicó mi padre, lleno de sarcasmo.

Puse mis ojos en blanco como expresión de fastidio ante la actitud tomada por mi padre, mas no dije nada.

-Dani hija, -esta vez con un tono mas calmado, tomando asiento a mi lado empezó a hablar. -Ya tienes 21 años, estas a nada de terminar tu carrera en la escuela de negocios de la universidad mas cara de New York, que bastante te ha costado, mas que todo a mi, presionándote a ir y a cumplir con tus obligaciones, sin embargo y en contra todo pronóstico ya casi lo has logrado. No puedes seguir asi, de fiesta en fiesta cada fin de semana, desperdiciando tu energía, tu salud y poniendo en riesgo tu reputación de futura profesional con esa vida que llevas. Te eh dado todo hija, siempre has tenido lo mejor. No crees que ya es hora de que tomes responsabilidad de tu vida. ¿Poqué no te vienes a trabajar conmigo a la empresa? -claro que si, tenía que concluir con el mismo tema de siempre. Yo trabajando a su lado haciendome cargo de los negocios de la famila.

-Papá basta! Ya hemos hablado de esto. De verdad agradezco todo lo que has hecho por mi, me has dado siempre todo lo que yo eh querido, me pagaste una excelente carrera en la universidad de mis sueños, y si es cierto nunca me a faltado nada, pero te eh dicho cientos de veces que no quiero trabajar para ti y mucho menos hacerme cargo de los campos de golf, de sus eventos o nada que se le parezca. -hablé con un tono un tanto fastidioso. No quería hablar de mi futuro, ni de trabajo ni nada, me dolia la cabeza, la noche anterior había asistido a una gran fiesta y solo quería dormir.

La verdad es que hace mucho que mi padre me presiona para que trabaje con el en su empresa, y de que verdad aprecio lo que mi padre quiere hacer por mi al fin y al cabo solo intenta ayudarme, pero porque la insistencia de hablar del trabajo y del futuro si al final de cuentas por el simple hecho de ser su hija puede conseguirme un cargo ejecutivo de alto mando en cualquier empresa.

-Daniela no seas terca -replicó mi padre sacándome de mis propios pensamientos.-Allá afuera el mundo es diferente, ¿crees que llegaras a una empresa y sin mas te darán un buen cargo con un sueldo que pueda sustentar la vida a la que estas acostumbrada? Si nunca has trabajado en tu vida.

En una sola cosa mi padre tenía razón, yo nunca había trabajado en mi vida, gracias a la buena posición económica de mi familia habia tenido él privilegio de dedicarme únicamente a viajar, salir de fiesta y bueno a estudiar, pero vaya que me enojaba su actitud, que hombre de tan poca fe. No entiendo para que gastó tanto en mi educación si no me creía capaz de sobrevivir en él mundo laboral, tal vez este simpelemnte era su intento deseperado de asustarme para que me quede trabajando con él.

-Ya sé papi! -hablé esta vez con un tono infantil acercándome a el y rodeándolo con los brazos. Si mi padre tenía una debilidad en esta vida esa era yo.

CON LAS GANAS | CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora