35.

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Tanto Donghyuck como Jisung se encontraban en la puerta de la casa de los padres de Yerim, el nerviosismo los carcomía y en definitiva no sabían como comportarse al momento de ser recibidos por Jeno.

— Chicos, mi hermana y mis padres están en la mesa, ella no sabe que ustedes iban a venir así que eviten contestar a sus preguntas, yo me ocuparé de todo, pasen. 

Los Lee hicieron caso y se adentraron en el hogar de la familia Kim.

— Buenas noches, gracias por recibirnos en su hogar. — Dijo Donghyuck llegando al gran comedor, si Yerim hubiese estado tomando agua de seguro la hubiese escupido toda.

— Gracias al cielo llegaste Donghyuck, hola Jisung, ¿Cómo se encuentran? — Preguntó el señor Kim sonriente.

La cena inició en silencio, al principio todos se encargaron de degustar sus platos sin decir palabra alguna, todos a excepción de Yerim, la cual se veía más blanca de lo normal y no lograba procesar nada.

— Bueno quiero ir directo al grano — Dijo Jeno con una sonrisa — No he venido aquí por nada, vine a darles una excelente noticia, mi hermana Yerim ha sido aceptada en la misma universidad que yo estudio, ella se ha negado por ustedes — Dijo observando a sus padres y Donghyuck — Le duele saber que tendrá que dejarlos, ella en verdad desea ir pero el apego que siente por sus seres queridos no la deja. — Dijo con un puchero.

— ¡Eso es lo mejor que te ha podido pasar Yerim! — Exclamó la madre de la chica mientras se acercaba a ella y la abrazaba feliz.

— No mamá... En verdad yo quiero quedarme aquí.

— Insisto Yerim — Habló su padre con un tono autoritario — Tú debes ir, esta clase de oportunidades no se dan todos los días, no permitiré que la dejes pasar como si se tratara de cualquier cosa.

Por otro lado Jisung pensaba que era injusto que Jeno quisiera llevarse a Yerim sin revelar nada, ¿Qué le daba garantía de que ella no volvería a arruinar la vida de su hermano?, incluso la suya.

— Dije que me voy a quedar aquí — Sentenció la chica levantándose de la mesa enfurecida — ¡No pienso irme sin poner las cartas sobre la mesa!

— ¿De qué cartas hablas Yerim? — Preguntó Jeno con curiosidad fingida.

— Maldito loco, ¡Sal de mi vida!, solo la arruinas... — Dijo con lágrimas.

— ¿Qué te sucede Yerim? ¡Cómo se te ocurre decirle eso a tu hermano!

— ¡Él solo quiere que me aleje de Donghyuck! Cree que es de él pero eso no es cierto, Donghyuck es mío desde que somos pequeños...

— ¡Está desquiciada madre! Esto es lo que quería mostrarte, no es una persona cuerda y esta causando estragos en la familia de los Lee, diles Jisung, tú lo sabes todo.

Todos llevaron su atención a Jisung, el cual mordió su labio e intentó hablar.

— Ella siempre ha tenido celos de las personas que rodean a Donghyuck, incluyéndome, ella asesinó a la mascota de mi hermano a los trece años y la vi, desde que recuerdo siempre ha...

Jisung no pudo culminar su oración ya que se vio siendo atacado por Yerim.

Ella se abalanzó contra él y lo golpeo con fuerza, pero este la detuvo por las muñecas y la observó fríamente antes de decir:

— Siempre tuve miedo de que hicieras lo mismo conmigo, pero eso se acabó Yerim.

La chica estaba completamente roja de la furia que tenía, con sadismo esbozó una sonrisa y contestó:

— No debes mantener la guardia abajo conmigo Jisung, en cualquier momento puedo ir a tu cuarto y hacerte sufrir de la manera más dolorosa.

Un escalofrío recorrió toda la espalda de Donghyuck, el cual no lograba reconocer a Kim Yerim, la chica tierna que había considerado su amiga desde hace muchos años.

Su madre la tomó de los cabellos y le propino una gran bofetada en el rostro.

— Estás muy enferma hija... Pero yo te amo y sé que conseguiremos una cura para eso.

...

Donghyuck volvió a la universidad después de que acabara el periodo de vacaciones, algo en él se sentía en paz al saber que ya no habían más mentiras ocultas en su vida, pero su felicidad no era la mejor en esos momentos cuando observó a Mark hablando con una chica entretenidamente.

Pfff, ¿Celos?, jamás.

Con una mueca en su rostro se dirigió a la maquina expendedora para darse el gusto de comprar un jugo de uva extra dulce.

Con nerviosismo abrió la tapa al ver como Mark se despedía de la rubia y se acercaba a él con una gran sonrisa.

Donghyuck no era tan estúpido como para demostrar lo celoso que estaba ya que eso era señal de que le importaba el pelinegro.

— Estoy feliz de iniciar este nuevo periodo, ¿Sabes por qué? — Dijo el chico una vez estuvo cerca.

— No, no lo sé. — Contestó bebiendo de su jugo.

— Porque puedo verte a ti de lunes a viernes.

Mark se acercó a Donghyuck con lentitud y juntó sus labios con los de el menor, sus manos se posaron sobre sus mejillas e inició el movimiento de sus labios lentamente siendo correspondido.

— Y si aceptas ser mi novio los fines de semana también podré verte.

Donghyuck se moría de la vergüenza, además de haber sido besado por Lee Mark en plena universidad también le proponía ser novios.

— Yo sí quiero... — Dijo en un susurro sin despegar sus ojos del piso.

— ¿Qué es lo que quieres pequeño? — Preguntó tomándolo del mentón viéndolo a los ojos.

— Ser su novio. — Contestó totalmente sonrojado por aquello.

— Entonces oficialmente lo somos. — Dijo volviéndolo a besar, solo que esta vez con más intensidad que la otra vez.

¡DEVUÉLVEME A MI NOVIO! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora