La loba y el ciervo.

Ropa de cama.

Hoy serán dos capítulos, aquí el primero... 

Arya se había retirado a sus habitaciones cuando observó que la ropa de cama había comenzado, alcanzó a ver que unas mujeres desesperadas estaban desnudando a su hermano mientras él ponía su cara de horror. A la princesa tampoco le estaba yendo bien, los hombres borrachos le había desgarrado su hermoso vestido de novia.

-¡Qué horror!- ella dijo.

Se dispuso a cambiarse de ropa y se acostó, quedándose dormida profundamente.

                                                                         -O-

Lyanna estaba furiosa, así que mientras esperó a que Rhaegar entrara en la habitación pensó en lo que su hermano le había dicho de él y Margaery Tyrell.

Rhaegar cerró la puerta con fuerza, él estaba claramente borracho.

Lyanna le aventó una copa de vino por la cabeza.

-¿Qué demonios te pasa?

-Me has avergonzado en frente de toda la corte.

-¿De qué estás hablando?

-De que todos te vieron cortejando a la chica Tyrell, ella es una niña por los Siete.

-No sabes nada Lyanna.

-Te odio Rhaegar, te odioo- ella le dijo mientras lo golpeaba.

Rhaegar la abofeteó.

-Te dije que te calmes. Si estoy interesado en la niña o no, ese no es asunto tuyo.

-Soy tu esposa.

-También lo era Elia y no te importó- Rhaegar le gritó.

Lyanna comenzó a llorar.

-¡Desnúdate!- Él ordenó.

-No quiero, no me vas a tocar nunca.

-Te di una orden Lyanna. Me estás reclamando que eres mi mujer, ahora dame lo que quiero maldita sea.

Lyanna lloró mientras él encontraba su liberación en ella. Una vez más ella quería morir.

                                                                        -O-

Rhaenys fue la primera en llegar a las cámaras que compartiría con su esposo. Cuando su padre le había dicho frente a todos acerca de su compromiso ella se sintió triste, él era su primo y no se sentía correcto, después su madre le dijo que Jon era un buen hombre, justo y gentil como su padre y que haría lo correcto. Él sería un gran esposo para ella. Así que decidió darse una oportunidad. Pero ahora, mientras estaba en su turno de noche se sentía tan nerviosa. Simplemente no sabía que esperar.

La puerta se abrió revelando a Jon solo en sus ropas pequeñas. Ella abrió los ojos en shock, sabía que debería estar sonrojada. Jon también se sonrojó cuando la vio.

-¿Quieres vino? Ella preguntó.

-Por favor.

Rhaenys le entregó una copa de vino, los dos se quedaron en silencio.

-Jon-

-Rhaenys-

Los dos hablaron al mismo tiempo así que sonrieron.

-Habla tú primero- Rhaenys le dijo con dulzura.

-No es necesario que estés nerviosa- Jon se acercó- no voy a tocarte.

-¿Qué? ¿Por qué?

-No nos conocemos- Jon dijo.

-Pero las sábanas deben ser mostradas a mi padre mañana temprano para que valide el matrimonio. De otra manera él se pondrá furioso.

Jon se sintió cansado de repente.

-¿Estás de acuerdo con esto?

-Es mi deber- Rhaenys se encogió de hombros- Me dieron la charla y eso.

-Está bien- Jon dijo.

-Jon- Rhaenys habló de repente- Sé que ninguno de los dos quiso esta boda pero- ella lo miró a los ojos- realmente pienso que podemos ser felices- ella le dijo- Si lo intentamos.

Jon la miró fijamente, ella tenía su cabello rubio sin atadura, usaba un turno de noche que dejaba ver todo lo que había abajo.

-¿puedo?- Le pidió permiso para besarla.

Ella asintió.

Ambos se besaron. Primero tan amablemente y tranquilo posible, pero cuando Jon la tomó por la cintura todo pareció explotar dentro de ellos. Ella en su valentía se quitó su turno y se quedó desnuda frente a él. Jon suspiró.

-Eres hermosa- dijo con voz ronca.

Ella se sonrojó.

Él la besó y procedió a consumar su matrimonio esa noche. De hecho consumaron tres veces su matrimonio.

A la mañana siguiente y frente a toda la corte, las sábanas fueron evaluadas por el Rey.

Arya estaba disgustada ante este acto de humillación.

Regresé, han sido días muy ocupados. Más tarde subiré el otro capítulo.