47

1.6K 215 54
                                    

—Estoy bien Ginny, no hay de que preocuparse.—Sonrió para calmar la preocupación de su esposa.

—¡Me alegro tanto!

—Si...—Harry miró la puerta por donde se había ido Draco, estaba arrepentido de no correr tras el, de no luchar más, pero por otra parte, de alguna forma, lo estaba protegiendo y eso lo aliviaba, el hecho es, que su dragón no quería ser protegido, aunque intentara negarse así mismo eso, sabía que Malfoy anhelaba estar con el, incluso si esto lo dañaba de alguna manera.

—Lo conoces, ¿Cierto?

Apenas escucho la pregunta, asintió, volteándose para poder verla mejor, ella tenía una expresión extraña, era como si estuviera intentando acomodar piezas de un rompecabezas.

—¿De donde lo conoces?

—La verdad, no me gustaría hablar de eso.—Se acercó para tomarle de la mano.—¿Que tal si nos vamos?

—Harry, en realidad, hay algo que quiero confesarte.

—Por supuesto, tienes toda mi atención.

—Ese es el punto, en realidad, no la tengo, no me malinterpretes.—Quito la mano del contrario. —No es que te lo reclame, eres muy lindo conmigo, y me la pase muy bien estos días, porque pudimos relacionarnos más, pero, usualmente, te quedas pensando en algo, es como si tuvieras un pendiente.

—Lamento que...

—Harry, se que tú no me ves como algo más, pero, solo, quiero que sepas que puedes contarme lo que sea, que puedo ser tu amiga.

El pelinegro se aproximó a ella y la estrujó, siendo correspondido, susurro un "Gracias."

Luego de eso, se miraron a los ojos por unos segundos y sin pensarlo mucho, se dieron un beso, uno que para Harry, no significaba nada pero quizá, para Ginny, lo significaba todo. Caminaron hasta llegar a donde toda la gente estaba reunida, busco con la vista a una cabellera rubia, pero no estaba, y tampoco estaba aquel chico que comenzaba a odiar;Theodore Nott.

Temblaba, por no poder ir e ignorar el mundo que dejaría atrás, porque el único mundo que quería era el suyo con Draco, pero lamentablemente, las cosas no eran así, y tendría que conformarse con saber que estaría mejor sin él.

La piel tersa y lechosa de Malfoy probablemente estaría siendo profanada por alguien que no era el, se mordió el labio, pensando en que esos profundos ojos grises estarían mirando a otro, que por supuesto, no era el.

Draco Malfoy, ya no era de él.

—Harry, ¿Que ocurre?

—¿Me das un segundo?

Ya no pensaba claramente, porque aunque había dejado en libertad a Draco, lo quería solo para el, y aunque sabía, que ya no lo era, se rehusaba a que su dragón estuviera con Theodore en frente suyo.

No lo iba a permitir.

Con esta idea se separó de su esposa para buscar en cada una de las habitaciones que había para encontrar a su tan ansiado imposible.

Busco y busco, pero eran demasiadas y el tiempo pasaba tan rápido, que lo estaba torturando, no, lo estaba matando de celos, de arrepentimiento, de tantas cosas, que sentía que no podía respirar más, porque con cada aliento que tomaba, le quemaba el alma, tanto que, ya no quería seguir haciéndolo.

De pronto, sus mejillas se humedecieron y acariciando una, supo que estaba llorando, así que rendido, recargado en la pared, se dejó caer hasta quedar sentado en el suelo.

Y todo se oscureció.

Killer QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora