12

1.6K 138 40
                                    

   ¿Cuánto tiempo había pasado desde que Timothy se encontraba en coma? Días, meses, años, hacía tiempo que dejó la cuenta para ya no mortificarse, a petición de Richard, y aun por la exigencia de toda la familia a Tim lo mantenían estable pese a las recaídas que constantemente tenía, gracias al dinero de los Wayne era posible.

   Y ese mismo dinero era lo que por mucho tiempo atrajo a tantas malas personas de todas partes, cuán tentador fue para muchos el tener a su alcance a uno de los herederos Wayne, solo pensaban en cuanta cantidad podrían pedir por su libertad al gran Bruce Wayne, pero al principio nadie sabía lo que atentar contra Timothy supondría, puesto que cualquiera creyó que con deshacerse de los guardias contratados por la familia lograrían su objetivo, pero no era así y después de un tiempo los rumores de un demonio custodiando al joven se extendieron entre los malhechores. Nunca mencionaron a Robin, fuera de las patrullas cortaba su relación con Batman por lo que no portaba ese traje, y aunque nunca mataba no se abstenía contra quienes quisieran de algún modo dañar a su amado.

   Y como en los cuentos que antes Richard me contaba finalmente me convertí en el dragón, un demonio de sangre fría, que custodiaba de la princesa dormida, un hermoso príncipe que ni con un beso de amor despertará.

   —No será como aquella vez —dijo apartando los largos mechones que cubrían el rostro de Tim. Con el tiempo le fue menos difícil el entrar a su habitacion y despues de mucho logró surcar su rostro con sus dedos, en toques cortos que al instante apartaba como si su piel quemara al tacto— aunque intentara rozar tus labios esta vez no me verías de ninguna forma, tus ojos no se abrirán y yo seguiré viviendo en agonía.

   Desde que fue nombrado su guardián y desde que logro estar a su lado no habia dia en que no dijera algunas palabras, como tratando de llenar el vacío, constantes disculpas y súplicas salían de su boca, historias y anécdotas como las que solían hablar cuando no peleaban o largos y pesados silencios en los que solo prestaba atención al sonido de las máquinas, los pitidos que le indicaban que aún había esperanza, que Timothy aún viviría para algun dia despertar.

   Pero nada de eso quitaba las pesadillas que lo atormentaban desde aquel dia, de ninguna forma iban a menguar, y en lugar de buscar alguna solución aprendió a vivir con ellas. Su infierno personal como supuso que sería desde que su padre dio el castigo.

    

   —Buenas tardes Timothy —saludo Damian al entrar en la habitación, esa tarde vestía ropas un tanto elegantes puesto que aun era temprano para presentarse como su guardián— llegaron los resultados y como en algún ocasión acordamos logre entrar a la mejor universidad de todas —mostró la hoja de resultados aun sabiendo que el mayor no podía verla— pero lamento decepcionarte nuevamente, estaré en una aqui en Gotham para no alejarme de ti.
   —Y yo le insisto en que debería asistir a esa universidad.

   Entrando por la puerta venía Dick con un ramo de flores que colocó al lado de la cama, Damian se distanció de ellos en cuanto el mayor tomó asiento y se retiró a un rincón de la habitación, ese espacio que había ambientado para sus estadías de vigilancia.

   —No puedo apartarme de aquí.
   —Es lo que constantemente dices —se lamentó frotando sus ojos pues esa era una discusión muy recurrente entre ambos— le mencione a Jason tus resultados, se ofreció a ayudarte con Tim para que puedas ir a esa-
   —No necesito su ayuda, ya no tiene que sentirse responsable de todo, él más que yo está perdonado y puede continuar su vida —sentenció irrumpiendo al mayor— acepte continuar con mis responsabilidades pero si estas disminuyen el tiempo que le dedicó a Timothy deben ser omitidas, te lo he dicho cientos de veces y no cambiará, mi vida ya no es mía, solo a él le pertenece.

Seria mas facil drogarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora