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Últimamente mi mundo dejó de ser el color rosa. Todo lo que me pasaba era totalmente estúpido. Primero, mi espalda dolía como mil demonios; segundo, mi familia poco a poco se iba destruyendo; tercero, mi única compañía me dejó de lado.

A veces pensaba que era mejor no ir a ver insistirle, pero eso no ayudaba a la presión en mi pecho, la cual crecía conforme pasan las horas. Terminaba tragándome las lágrimas, porque debía ser fuerte; Chou Tzu Yu NO es débil.

Miré con el rostro serio la escena de Na Yeon abrazando por el hombro a Chae Young. Esa chica no era de mi gusto; siempre era competitiva, hipócrita, desagradable. Muchas cosas totalmente contrario a mí.

Pero algo me hizo enojar más; Chae Young siempre se negaba a mis brazos cuando tenía la necesidad de hacerlo; ¡oh, claro! Se trataba de la chica más inteligente, yo no lo soy.

Da Hyun hablaba a mi lado, solo mi mente se centraba en la imagen de Chae Young hablando animadamente con Im; solo podía escuchar aquel dolor en el pecho. Se suponía que Son Chae Young y Chou Tzu Yu eran las mejores amigas, las inseparables.

Seguí mi andar aún escuchando a la pálida hablar con tanto entusiasmo que me cansaba de algún modo.

«Ojalá las cosas estuvieran bien...»

Otra vez rieron, eso me irritó tanto que terminé frunciendo el entrecejo de forma rápida. Tal vez mi frente dolería, un par de veces me pasó eso.

Lo que más odiaba era aquel estúpido apodo. Chae Youngie, simplemente odioso. ¡Oh! Pero se trataba de la odiable Na Yeon, entonces no pasaba nada, sin embargo si era Tzu Yu con Chaeng entonces no.

Eso realmente es difícil, de un día para otro perderla. Odio el diecisiete de junio, ¡lo detesto!

Odio sentirme tan poca cosa por esto; porque realmente la amo como mi mejor amiga. La persona con la que puedo contar...

«Déjame volver a unirme a tus locuras. Deja de hacerme a un lado para estar con Im. Déjame volver a hablar como siempre. Volvamos a hacer lo de siempre...»

Suspiré, las horas pasaban como un rayo, ni siquiera tenía ganas de hablar. Me siento a un lado...

Salí guardando mis cosas con fuerza, haciendo tanto ruido que recibí miradas de desaprobación por parte de algunos, pero no me importó, mi cabeza daba vueltas al mismo asunto. Arrastré mis pies para formar aquella fila, posicionándome al último porque yo era la más alta.

Un nudo en la garganta se hizo presente cuando ahí estaban, abrazándose mientras reían mirándose fijamente, odié esa sensación de malestar dentro de mí; mis labios formaron una línea recta, apretando los puños.

Antes eran celos, ahora es un sentimiento molesto de tristeza.

Sonó la campana, agradecí internamente porque no podía soportar otro minuto más allí adentro, con la que llamaba mejor amiga y mi posible enemiga.

Caminé fuertemente, haciendo doler mis piernas por tanta fuerza. Gruñí esperando poder irme, sintiendo mis hombros encogidos por todo el caos en mi cabeza.

Casi terminé corriendo solo para estar a solas, quería aclararme para dejar de ser tan gruñona, porque realmente no era bonito contar conmigo cuando me enojaba.

Estúpidos celos, estúpida tristeza, estúpidas reacciones. ¡Odio todo! ¡Me da igual si el mundo también me odia! ¡Me da igual todo!

«Solo los celos odian todo. Solo los celos hacen todo complicado. Solo los malditos celos son tóxicos...»

Suspiré sin deshacer mi rostro serio. Escuchaba como me llamaban a las espaldas, pero yo seguía mi camino.

«Si tan solo aprendieras que nadie te quiere cerca por ser tóxica, todos estarían bien. Tú estarías bien. Ella estaría bien.»

Arreglé el cabello en mi frente, mirando el camino fijamente.

«Deberías dejar de dar tantas vueltas, ella está mejor sin ti y tú solo debes aceptarlo.»

─ No es tan fácil como suena y lo sabes ─ mascullé llevando tres dedos al lóbulo de mi oreja.

Luego los llevé a mi nuca; ahí era donde podía tranquilizarme, sabía hacer masajes, así que era una especie de costumbre masajearme ahí.

«Tzu Yu, basta. Esto es una lección de vida, deberías saberlo, ignorante.»

Hasta ese momento había retenido las lágrimas, pero a los pocos segundos de recordar una frase que me había dicho Chae Young me hizo romper ridículamente en un llanto silencioso.

"─ No me importa como seas físicamente, solo disfruto de tu compañía. Sabes que cuantas conmigo, ¿sí? "

«A veces es mejor dejar las cosas como están. No debo forzarla...»

Saqué mi celular para distraerme del mundo que me rodeaba pensando una y otra vez lo tóxica que yo terminaba siendo.

«Lo siento unnie. Sé muy bien cuán estúpida soy, perdóname ¿sí? Intentaré cambiar...»

Pero no puedo.

Soy débil. Lo admito.

Pero es realmente difícil evitar sentirme así.

Igual, no siento nada más que un gran cariño por ella... ¿Verdad?

[~]

¡Hola! He aquí una pareja distinta a la que escribo habitualmente.

Pero es el shipp perfecto para esto. Así que, por favor espero les haya gustado.

No es muy largo, sin embargo el propósito era dejarles un final abierto. Ustedes pueden tener imaginar lo que quieran y también pueden compartirlo si gustan.

¡Eso es todo! ¡Gracias por leer y aguantar mis pequeñas notas!
─Moomin.

It's really hard. ➠ 'chaetzu'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora