El experimento MY3 es considerada un arma letal y poderosa creada por científicos, sin embargo las cosas se salen de control cuando se hace un duplicado ilegal, mucho más poderoso y mucho las letal... el experimento JK3.
Sólo habrá una persona capaz...
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En las instalaciones del gobierno, varios científicos estaban tras un cristal en completo pánico. Las alarmas sonaban y varios militares corrían en dirección al laboratorio del lugar. El científico en jefe, se quedó petrificado.
Un jovencito de cabello blanco y ojos negros lo miraba a través del cristal con una sádica sonrisa de lado mientras en su mano sujetaba una cabellera rubia y arrastraba el cuerpo inerte de otro científico.
MY3 caminaba lentamente, haciendo a todos temblar, sintiendo placer en el miedo que provocaba. Soltó el cabello del sujeto y entonces apresuró su paso hacia el cristal.
-¡Retrocedan!- gritó el científico al ver que el muchacho colocaba las palmas de sus manos manchadas de sangre sobre el vidrio que los separaba.
Los ojos negros y penetrantes revisaban cada espacio del lugar al otro lado y entonces la vió... Por fin la vió, ahí estaba la salida del laboratorio.
Los militares llegaron llamando su atención, MY3 sonrió ampliamente provocándoles un escalofrío.
Azotó los puños contra el cristal rompiéndolo sin dificultad haciéndolo casi polvo. Con una velocidad impresionante empezó a correr arrojando contra las paredes a todos a su paso.
-¡El sujeto a salido del laboratorio!- llamó uno de los militares por radio.
MY3 corría por los pasillos de las instalaciones, siguiendo el aroma que su olfato percibía.
Más adelante unos militares se colocaron en frente y le apuntaron, él volvió a sonreír y se abalanzó contra ellos. Los disparos se podían escuchar, acompañados por gritos y súplicas desesperadas.
Pronto todo quedó en silencio, el chico de cabello blanco se limpió la boca llena de sangre y miró lo que había hecho: cuerpos inmóviles por todas partes, las blancas paredes salpicadas con sangre y rastros de carne desprendida regada en el piso.
Sin darle demasiada importancia empezó a correr de nuevo hasta que llegó a un área en lo más bajo del edificio. Buscó con su olfato el aroma que tanto deseaba encontrar y entonces su vista se clavó en una puerta.
Taehyung estaba sentado en una cama mirando su brazo, estaba lastimado, habían hecho unas pruebas con él, pero no resultaron bien y ahora no sabía que pasaría con aquella sustancia que le habían inyectado.
¿Cómo llegaron ahí? Se suponía que ellos eran los más exitosos criminales de toda Corea y ahora no eran más que unos conejillos de indias.
Estaba inmerso en sus pensamientos hasta que un fuerte sonido lo alertó.
Bajó de la cama de un brinco y se dió vuelta, sus ojos se abrieron de sobre manera al ver a MY3 sosteniendo la pesada puerta de metal en sus manos.
El peli blanco la dejó caer al piso y corrió hacia Taehyung.
El castaño se quedó estático, solo podía ver cómo el chico hermoso de piel pálida lo revisaba, como si quisiera asegurarse de que estaba bien.
La vista del muchacho llegó a su brazo lastimado y Taehyung se asustó cuando notó como este empezaba a respirar agitado, sus ojos parecían ponerse aún más negros, apretó los puños al grado de enterrarse las uñas y dejar que la sangre corriera por sus manos.
Taehyung no pudo pensar en otra cosa mejor que abrazarlo.
MY3 se quedó sorprendido ante tal gesto, la furia que se había acumulado en su pequeño cuerpo comenzaba a desaparecer. Sonaría tonto si pudiera decirlo pero se sentía seguro envuelto en esos cálidos brazos.
El menor escondió su rostro en el pecho de Taehyung y apretó su playera blanca.
Estaba seguro ahora... Lo iba a sacar de ahí.
...
JungKook miraba a JiMin con el ceño fruncido mientras viajaban en un autobús.
—¿Ya puedes dejar de mirarme así?
—No... No hasta que me digas qué mierda me hiciste maldito pervertido.
—¿Pervertido?— respondió JiMin en tono burlón — ¿Supones que te viole o algo por el estilo?
—Yo... no lo sé... Por eso te lo pregunto... ¡¿Lo hiciste?!— preguntó casi en un grito y lo señaló acusadoramente.
—¿Querías que lo hiciera?— dijo levantando una ceja y sonriendo de lado.
—¡¿Qué?! ¡Claro que no!
—Mmm... No te preocupes... No lo hice — respondió dirigiendo su mirada de nuevo a la ventana.
—¿Entonces como mierda explicas el dolor?— reclamó señalando su espalda baja.
—Yo que sé, te caíste o algo así.
—¿Por qué despertaste desnudo?
—Porque yo duermo de esa manera.
—¡Mentira!
JiMin volteó a verlo y volvió a sonreír de forma burlona.
—¿Mentira? ¿Eso quiere decir que me has espiado dormido?
JungKook se quedó callado y el sonrojo que apareció en su rostro se extendió hasta sus orejas.
—¡C-Claro que no!
—¿Entonces cómo lo sabrías?
—Yo... Yo solo... lo supuse.
El peli gris levantó una ceja.
—¿Lo supusiste? Pues te equivocas, a menos que tengas pruebas de lo contrario, es verdad.
JungKook apretó los dientes y se giró en su asiento cruzándose de brazos, ¿Cómo un tipo así lo podía poner tan nervioso?
Escuchó una risita por parte de JiMin y sintió aún más molestia pero no entendía porqué su corazón latía tan rápidamente.
