CONFESIÓN

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Al salir de aquel restaurante, fueron de nuevo a la estación de autobuses

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Al salir de aquel restaurante, fueron de nuevo a la estación de autobuses. JiMin agradecía que tuviera tanto dinero guardado, o no habrían podido ir a ninguna parte, además JungKook prometió pagarle y también agradecía que en el trabajo y la universidad le hubieran dado permiso para faltar tantos días, aunque a decir verdad aquello era lo que menos le importaba en ese momento.

Una vez tuvieron los boletos en manos, los dos chicos caminaron hacia una pequeña plaza que había cerca, el autobús saldría en más o menos una hora.

—¿Qué eras tú?— preguntó JiMin tratando de acabar con el silencio que reinaba en esos momentos.— Quiero decir, antes de que te pasará todo esto.

—Yo... Era un simple alumno de universidad, estudiaba medicina.

JungKook mintió, no podía decirle la verdad, o más bien no quería, solo dijo lo que él hubiera deseado hacer, pero que debido a las malas compañías fue guiado hacia Kim Namjoon y sus amigos cuando era solo un adolescente.

—Vaya, eso es genial... Tal vez después logres acabar ¿No crees?— sonrió ampliamente haciendo que el corazón del peli negro se acelera de sobremanera.

—Si, tal vez.

...

JungKook miraba por la ventana del autobús, la noche dejaba en obscuridad todo por fuera y aún seguía preguntándose que tenía JiMin para ponerlo de tal manera.

Era guapo, si, también simpático pero también era un hombre... Él no podía aceptar sentirse atraído por un chico, su carácter duro y su orgullo no se lo permitían, sin embargo; no podía controlar sus emociones cada vez que estaban cerca, cada vez que sonreía o lo miraba con esos ojos llenos de brillo y vida, llenos de alegría.

Giró su rostro solo para ver de nuevo a JiMin dormido, se veía tan tranquilo y hermoso. JungKook sonrió y acercó su mano para acariciarle la mejilla, su piel era tan suave que sintió un cosquilleo en el estómago.

De pronto el peli gris empezó a moverse en su lugar y el peli negro rápidamente apartó su mano y giró hacia la ventana.

JiMin abrió los ojos con algo de pereza y los frotó mientras bostezaba.

—¿Aún falta mucho?— preguntó con su voz adormilada.

—Algo.—respondió secamente.

—Rayos... Tengo que ir al baño.

El mayor se levantó y caminó hasta el fondo del autobús con pasos torpes, entró al baño y JungKook discretamente lo siguió con la mirada.

Para cuando volvía, un grupo de chicas estaban giradas en su asiento mirándolo, riendo y murmurando cosas, lo que provocó cierta molestia en el menor.

—Es muy difícil orinar con el autobús en movimiento.

El peli negro frunció el ceño e hizo cara de asco.

—No quiero saber los detalles de eso.

Segundos después, una de las chicas se acercó y tímidamente saludó a JiMin siendo correspondida.

—Siento molestarte pero... Mis amigas y yo creemos que eres guapo y bueno...— la chica le extendió un papelito— Aquí están nuestros números, por si algún día quieres divertirte un rato.

JungKook soltó un gruñido y la chica lo miró algo confundida, después se retiró casi gritando y brincando, lo cual enfado aún más a Jeon.

El menor miró el papel que JiMin mantenía en la mano y en un ágil movimiento se lo arrebató.

—¡Oye, qué haces!— reclamó el peli gris al ver que JungKook rompía en pedazos el papel.

—¿A caso pensabas llamarlas? Ni siquiera las conoces.

—Creo que eso era asunto mío ¿No?

—¿Te gustó a caso? ¿De verdad saldrías con ella?

—¿Estás celoso?

Esa simple palabra dejó callado a JungKook por unos segundos ¿Celoso? Él no podía estarlo... Pero ¿Por qué hacía todo eso entonces?

—¡Claro que no!

—¿Entonces porqué te importa?

—No me importa.

JiMin frunció el ceño y vió cuando JungKook se giró hacia la ventana.

—Idiota.— murmuró y se levantó de su asiento, lo cual captó en ese momento la mirada del menor.— Bien, entonces iré a hablar con ellas.

El corazón del peli negro se aceleró nuevamente y entró en pánico al imaginarlo con esas chicas.

JiMin iba a empezar a caminar cuando sintió como una mano lo tomaba de la muñeca, giró y vió a JungKook con su vista fija en él.

—¿Y ahora qué?

—Tienes razón.

El mayor levantó una ceja confundido y volvió a sentarse. Se sonrojó al sentir como Jeon entrelazaba sus dedos a los suyos.

—¿A qué te refieres?

—Estoy celoso.—soltó de repente— Celoso de que unas extrañas se te acerquen y te hablen... Celoso de que la mesera te coquetee... Celoso de que mires, le sonrías o le hables a alguien más... A alguien más que no sea yo.

El peli gris se quedó callado solo mirando al menor, tenía la cabeza baja y las mejillas rojas, le parecía bastante adorable.

—¿Es ésto una confesión de amor?—se burló haciendo que el sonrojo del menor se intensificará.

—¡Ah, cállate! Lo tenías que arruinar.

—Solo es una pregunta Jeon, no le veo nada de...

JiMin no pudo completar la frase gracias a los labios de JungKook sobre los suyos. Al despegarse de aquel breve beso, JungKook lo miró fijamente a los ojos y sonrió levemente.

—Creo que si... Es una confesión.

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