jeong yunho

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[sé que hace mucho que no actualizo y que voy subiendo cosas muy lentamente, pero he empezado segundo de bachillerato y la presión, volumen de faena y constancia que piden me supera y me deja sin tener tiempo para mí y menos para actualizar, así que pido disculpas de antemano y también estoy muy agradecida por los votos, las visitas y los comentarios, no me esperaba os fuera a gustar.]

parte III

Algo dentro de ella se movía con agilidad y fuerza, como si una tormenta se estuviese creando dentro de su cuerpo amenazando con electrificar a la persona que se atreviera a tocarla

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Algo dentro de ella se movía con agilidad y fuerza, como si una tormenta se estuviese creando dentro de su cuerpo amenazando con electrificar a la persona que se atreviera a tocarla. Todo era fruto de los nervios. Se quedó mirando en el espejo, inspirando y expirando, controlando una respiración perdida ya. Con manos temblorosas se llevó los dedos a la sien derecha, acariciando con miedo el pequeño tatuaje con forma de rayo. No estaba muy segura de qué se sorprendía si siempre había sentido una conexión con la tormenta, pero algo dentro de ella se movía, haciéndole tener náuseas.

Sonaron tres golpes a la puerta, haciendo que la alta y esbelta chica de piel canela con ojos de tigre apartara la vista del espejo para mirar la puerta con curiosidad. No se movió. Sonaron tres golpes más fuertes mientras escuchaba un quejido de una voz masculina. En ese preciso instante supo quién era.

Abrió la puerta un poco, tapándose con esa la sien derecha para que no le viera su tatuaje su amigo.

―¿Preparada, tocaya? ―detrás de la puerta había un chico alto, delgado, con el pelo rubio y algo alborotado. Sus mejillas tenían un tinte rosa.

No lo estaba. Nunca te puedes preparar para lo que tenían qué hacer. No había simulacros, normas... Ni siquiera podían hablar de lo que habían tenido que pasar. La discreción tenía que ser absoluta, igual que el secretismo.

La chica giró la cabeza y vio en el tocador de la entrada de su casa un sobre blanco con letras negras en cursiva que decían:

Convocatoria anual de las pruebas de clasificación: 16 de mayo.

Suspiró y volvió a mirar al chico.

YunHo estaba entusiasmado, parecía mentira que ahora tuviese que hacer unas pruebas para conocer el significado de su marca. Cualquiera que lo viera se pensaría que se iba de vacaciones.

Unas vacaciones ideales al infierno.

―No me llames tocaya, no me gusta y estoy cansada.―era mentira, no le importaba pero estaba tan nerviosa que no podía decir nada más que quejas.

―Que tus padres hubiesen pensado mejor tu nombre, no haberte llamado como yo.

―YunHo, por trigésima vez, no me llamo igual que tú. El significado es diferente y hasta la pronunciación es diferente ―cogió las llaves de su casa y cerró la puerta, empezando a caminar hasta la sede donde tenían que hacer las pruebas―. Te coges un libro de mitología y te culturizas un poco.

𝐀𝐓𝐄𝐄𝐙 𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora