3

3.5K 127 7
                                    

Duele que yo no te puedo hacer sonreír...



CORINA;

Ya es el receso, ahora mismo estoy sentada en un banco junto a Karlen, que se convirtió repentinamente en mi amigo.

—Bueno, gracias por darme tu número—Su mano se apoya en mi muslo.

—Me costó mucho—Dije con diversión.

Me contó que tiene 18 años. Repitió unos cuantos cursos y por eso va a mi clase. Tiene mala fama en los chicos, al contrario que las chicas, algunas dicen que es guapo y quieres tirárselo y otras lo llaman bicho raro.

Sonó en timbre y entramos a clase de biología.


—Ya me voy a mi casa—Me despido, abrazándole.

—Vale, ¡nos vemos mañana!—Karlen me dio su espalda, yéndose por su camino.

—¿Nuevo novio?—Noto alguien detrás mía, me giro y oh no, es mi ex novio.

—¿Que quieres, Adrián?—Me cruzo de brazos.

—¿Él es tu novio?—Pregunta, insistente, señalando por donde se había ido Alejo

il is ti nivii—Remedé—No, es mi amigo. No deberías meterte en mi vida—Cuando terminé de decirle eso, lo empujé a un lado y me fui a mi casa.

Entré y estaba Akira sentada en el sofá. ¿Que hace aquí?

—Hola, Aki—Saludo, un poco confusa, en busca de una respuesta por arte de magia.

—Hola, hermosa—Se levantó del sofá y me abrazó—¡Nos vamos a ir a vivir juntas unos días!—Se separa de mí y empieza a dar saltitos.

—¿Qué?

—Sí, Chita. También Mateo vendrá con nosotras—Dice todavía más emocionada—Ya le pedí permiso a tus padres, me costó convencerlos pero lo logré—Se calmó.

—Ah... ¿perfecto?—Quise sonar segura pero más bien fue una pregunta. La verdad es que tengo ganas de ir a vivir con mi mejor amiga, pero con Mateo... ya no tantas. Supongo que es una oportunidad para conocerle.

—Ya las maletas están listas.

—Eh, está bien. Gracias.

—Oye, ¿que hacías con Karlen?—Automáticamente se transforma. Su rostro perverso me decía todo.

—Lo hablamos luego, mejor—Reí, sin darle muchas vueltas.

Después de horas y horas, ya estábamos en nuestro apartamento.

—¿Estás lista para ver esta cosa hermosa?—Me dice Akira, abriendo un poco la puerta de la entrada.

—Claro que sí—Los nervios me comían viva.

Abre la puerta por completo y me quedo asombrada: el salón es grande, igual que la cocina y las habitaciones.

Mateo se sentó en el sofá.

—Bueno, ¿que te parece?—Me pregunta mi amiga, después de enseñarme toda la casa.

—Me parece súper bonita el apartamento, es acogedor. Gracias—Le doy un fuerte abrazo y después voy a mi futura habitación para ponerme el pijama, ya que son las nueve de la noche.

Voy a la cocina a por agua, nada más entrar me encuentro con Mateo, de espaldas y sin camiseta. Me puse a la otra punta de la cocina para coger el vaso y noto como alguien me abraza de la cintura, me giro y no es ni nada más ni nada menos que Mateo.

—¿Que haces, idiota?—Me aparto de él y salgo de allí.

No sabía muy bien lo que había pasado, estaba confundida.


Me levanté por culpa de Akira, me había tirado agua fría en toda la cara.

A veces la odio.

Preparé mi mochila después de cambiarme de ropa  y esperé a que Akira termine.

—Hola, Corina—Mateo salía de la cocina. Yo cruzo los brazos y me apoyo contra la puerta, de espaldas.

—Hola—Aparto mi vista de él.

—Perdón por lo que pasó ayer—Se va, sin nada más que decir.

Pero... ¿Que coño...?

—Que raro.

—¿El qué es raro?—Akira bajaba las escaleras.

—Nada, mejor vámonos—Digo, abriendo la puerta.

—¿Vale?—Se quedó pensativa—Van a venir a buscar a Mateo luego, para irse con él a clases.

—No me importa, Aki. Como si quiere tirarse de un puente—Cierro la puerta.

—Pero, ¿qué te pasa? Él quiere ser tu amigo y tú vas rechazándole—Noté rabia en cada palabra que sale de sus boca—Soy tu mejor amiga, cuéntame—Su rostro cambia a uno más preocupado.

—Verás, ayer en la salida me habló Adrián y ahora estoy bastante confusa, enfadada y triste a la vez. No tengo tiempo para pensar en otras cosas—Miré al suelo mientras caminábamos.

Claramente le mentí.

—Bueno, Corina. Olvídate ya de él, fue una etapa perdida y ya está. Esta noche nos emborrachamos y nos vamos a tomar por culo—Me mira con una sonrisa enorme, mientras hace un gesto de mano cornuda.

—Me has convencido—Hace tiempo no salía de fiesta.

Al llegar, Akira se fue con Mateo, que vino hace unos minutos. Yo me fui donde está Karlen, él estaba en su taquilla, cogiendo libros.

—Hola Karlen—Le abrazo por la espalda.

—Hola, linda—Cierra su taquilla. Se gira para abrazarme, a la vez que me da un beso en mi cabeza.

—Hace tiempo no nos veíamos.

—Tienes razón, pero nos vimos ayer—Nos separamos mientras reímos.

—Esta noche mi mejor amiga y yo nos vamos a una fiesta, ¿quieres venir?—Simulo una pistola con mi mano, hago que le apunto en la cabeza.

—Claro, o sino me matarás—Sonríe—Me pasas la dirección y te paso a buscar.

Sonreí victoriosa.

Busco con la mirada a Mateo y a Akira. Al encontrarlos, Mateo me estaba matando con la mirada.

LO SABÍA ☆ TruenoWhere stories live. Discover now