Experimento JK3

TE ENCONTRÉ

Mientras tanto, Taehyung buscaba con desesperación al peli blanco aún sin encontrar ni un rastro.

Caminó por los largos pasillos del lugar, revisando en cada habitación pero todas estaban abiertas, era como si la tierra se hubiera tragado a todo el personal. Caminó unos pasos más y al doblar en uno de los pasillos, su cuerpo se tensó de inmediato cuando vió al peli blanco en el suelo, inconsciente y con rastros de sangre a su al rededor.

Casi por impulso empezó a correr hacia él, la sangre escurría y avanzaba por el suelo. Su corazón latía desenfrenado y sintió sus ojos picar gracias a las lágrimas, MY3 parecía muerto, sin embargo cuando se acercó más, algo hizo que Taehyung se frenará en seco y las lágrimas cesarán.

El experimento estaba respirando y la sangre que escurría no era suya porque no tenía ninguna herida abierta.

Taehyung frunció los labios y sus ojos se abrieron de sobremanera. Comenzó a retroceder sin despegar la vista del frente.

—Mierda.— dió la vuelta y corrió de regreso.— Mierda, mierda, mierda.— murmuró.— Es una jodida trampa.

El castaño siguió corriendo pero cuando estuvo a punto de llegar, sintió una corriente eléctrica demasiado fuerte que le paralizó el cuerpo. Sus venas se marcaron y su cuerpo se contrajo mientras caía al suelo temblando y escupiendo saliva sin poderse controlar.

Miró al frente, su voz no salía, quería gritar, quería avisar que todo esto era solo un truco para que se confiaran y se adentraran al lugar, pero ya era muy tarde.

El sargento apareció en su campo de visión y lo miró con una sonrisa burlona.

—Llévenlo a una de las celdas del tercer piso, ya no escapará.

...

En otra parte, SeokJin estaba por lograr abrir la puerta de metal, no por nada eran la mejor mafia de Corea. La puerta hizo "Click" y se abrió lentamente, dejando ver a un peli negro con una sonrisa dibujada en los labios, sonrisa que se desvaneció cuando el puño de JiMin se estrelló contra su cara.

—¡Mierda! ¡Porqué hiciste eso! — chilló JungKook cubriendo su nariz.

—Eso fue por mentirme y por abandonarme así, idiota.

SeokJin levantó las cejas sorprendido, era la primera vez que veía a alguien golpear de esa manera a su compañero y que éste no hiciera nada por defenderse.

JiMin lo tomó de la playera y lo acercó bruscamente estampando sus labios contra los suyos en un beso hambriento que JungKook no tardó en corresponder.

El jóven de cabellera rubia desvió la mirada un poco incómodo, pero tratando de darles su espacio.

Pasaron así varios segundos, moviendo sus labios en sintonía, embonando perfectamente unos con otros.

—Bueno, ahora que ya se reconciliaron, ¿Podemos buscar cómo salir de aquí?— les interrumpió SeokJin sonriendo pícaramente.

Los dos chicos se ruborizaron al instante y apenados asintieron.

Los tres empezaron a caminar por el corredor, SeokJin apuntando con su arma y los otros dos tomados de la mano.

—Tenemos que ir por Taehyung.— informó el rubio haciendo señas de que el camino estaba libre.

Unos pasos más y al llegar a otro pasillo, JungKook sintió como la mano de JiMin era arrebatada de la suya con brusquedad.

El peli negro giró con rapidez y sus ojos se oscurecieron con odio, apretó la mandíbula y sintió su sangre hervir.

—Suéltalo.— dijo con la voz rasposa y una expresión furiosa.

—¿O qué? — se burló el sargento acomodando mejor su brazo al rededor del cuello de JiMin y la pistola en su cabeza.

— Te asesinaré maldito.

—No estás en posición de amenazarme, experimento fallido.

La mandíbula de Jeon se tensó aún más, avanzó dos pasos viendo la expresión asustada de su amado.

—Déjalo.

—No avances más, o juro que disparo.

JungKook se quedó quieto, sabía que si se abalanzaba sobre él, nada bueno saldría, de una u otra manera, iba a matar a JiMin.

Los demás militares empezaron a llegar y apuntaron con sus armas.

SeokJin miró todo, calculando sus movimientos y creando una estrategia de escape.

—¡JungKook! — gritó el rubio soltando un disparo y el primer militar cayó muerto.

La lluvia de balas comenzó, todo se volvió un caos.

— ¡Alto idiotas! — ordenó el sargento pero su orden fue ignorada.

Su vista se posó rápidamente en JungKook que corría hacia él esquivando las balas.

Con nerviosismo, empezó a buscar en su bolsa la pistola eléctrica y antes de que JungKook pudiera llegar, disparó, dándole al peli negro una fuerte descarga que lo tumbó al suelo.

SeokJin seguía disparando hasta que las balas se acabaron, soltó el arma y empezó a correr, siendo perseguido por los militares.

—¡Déjeme! ¡Suélteme! — chilló JiMin al ver que los uniformados cargaban el cuerpo inconsciente de JungKook.

— Tú me serás muy útil muchacho.— dijo el hombre antes de clavar la aguja de una jeringa en su brazo e inyectarle un sedante.

JiMin sintió como su cuerpo se fue adormeciendo, su vista se volvió borrosa y poco a poco todo se volvió obscuridad.