Mil Tormentas

Caprichos del Destino

Colombia, 15 de diciembre de 1996

POV Daniela

Amaba poder estar en Colombia, el motivo de mi visita principalmente fue para asistir a la boda de mi mejor amiga y oficialmente desde hace unos años mi hermanastra Victoria, ella vivía su cuento de hadas desde que cuando éramos adolescentes conoció a su hoy marido Ricky.

Los recuerdos que tengo de la época en la que llegamos a vivir a Colombia son extremadamente valiosos para mi y sé que de alguna manera también para victoria. Había elegido el regalo perfecto para ella, desde hace un par de años atrás cuando aun hacia mi master en Yale escribí la historia de María José Cardona y Daniela Gallardo en un libro de un solo ejemplar al que titulé "MIL TORMENTAS" y tuve el honor de regalárselo a Vico un día antes de su boda con el objetivó de dejarle claro que el amor verdadero existe y es el que estoy segura ella encontró con Ricky.

Me dio mucho gusto ver a mi padre tan feliz y lleno de vida, después de todo, los casi 8 años de matrimonio con Sara le han sentado muy bien a ese hombre. El hotel sigue justo como lo recuerdo salvo que ahora tenemos un nuevo edificio en la antigua casa de Santiago, caballos y el lago mágico es parte de todo el recinto.

Extrañaba demasiado ese lugar sin embargo mi vida ahora estaba hecha en Texas al lado de una mujer increíble que me esperaba en nuestra casa, por temas de trabajo desgraciadamente Ester no pudo acompañarme en esta ocasión y después de dos semanas de no verla la extrañaba por lo que decidí adelantar mi vuelo de regresó para esa misma noche.

Mientras conducía desde el hotel en Chía a Bogotá pensaba en lo afortunada que era y en lo mucho que amaba mi vida, estaba un poco cansada mientras conducía y el tiempo me estaba jugando una mala pasada pues si no me daba prisa no llegaría a tiempo al aeropuerto así que ignorando la advertencia de mi padre de ir con cuidado pise el acelerador yendo a una velocidad muy por arriba del límite.

Justo a la mitad del camino vi como a lo lejos un relámpago iluminó el cielo y casi inmediatamente una lluvia torrencial empezó a caer tanto que me dificulta la vista sin embargo no reduje la velocidad, pues no querría perder mi vuelo.

Pensando en la mujer de cabello rubio que seguramente en estos momentos estaría en el porche de nuestra casa escribiendo su Columba para el periódico de Dallas apareció una sonrisa en mi rostro, una sonrisa que se iluminó con un par de luces cegadoras justo frete a mí.

Después de esas luces solo se escuchó un fuerte golpe y el mundo se sacudió, cuando logré abrir los ojos solo pude ver como todo a mi alrededor giraba, hasta que con un fuerte sonido el mundo se detuvo, pude sentir calor en mi cabeza, después algo de frio y un liquido viscoso salir de mi frente hasta que las luces del mundo se apagaron lentamente.

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POV Narrador

Una fuerte tormenta azotaba Bogotá mientras una joven y angustiada pareja conducía por las Calles de la ciudad esperando llegar lo antes posible al hospital más cercano, la mujer llevaba en brazos una pequeña niña de tan solo un año de edad que no paraba de llorar mientras su madre trataba desesperadamente que se calmara.