Capítulo 36

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Neo

El ambiente aún es incómodo en la mañana, el ensayo está lleno de tensión y la verdad es que si esto va a durar por mucho tiempo quizás pierda la cabeza muy pronto.

—Hey muchachos, todos al hotel a almorzar y prepararse, tienen prensa antes del concierto y luego el meet & great —anuncia Marco por los altavoces.

Reviso por última vez que la configuración de mi teclado se encuentre correcta antes de bajar mientras los demás también dejan sus instrumentos.

Jesse quien no ha perdido su buen humor a pesar de lo extraño de la situación de inmediato se pega a Apolo y se lo lleva, cosa que internamente debo agradecer porque Apolo tiene pintado en la cara que quiere golpear a Basha y Basha... pues está más silencioso de lo normal.



Me quedo hasta el final para evitar un poco el drama. Al llegar al camerino unos minutos después solo encuentro a Marco sosteniendo la bolsa de Phoebe.

—¿Y mis hermanos? —le pregunto de inmediato.

Él se encoge de hombros.

—Se han adelantado con Carlo. —Hace una señal con la cabeza hacia la puerta que da al baño y dice en voz baja—: Creo que deberías ayudarla.

Al acercarme un poco escucho sonidos extraños venir del baño, llamo a la puerta sin perder el tiempo.

—Phoebe, dime qué está sucediendo, ¿estás bien?

—¿Neo? —Su voz es apenas audible lo que dispara todas las alarmas en mi interior.

Sin detenerme a pensar abro la puerta despacio, Phoebe está parada sosteniéndose con fuerza del lavamanos, se encuentra muy pálida y respira superficialmente. No necesito ser médico para saber que no se encuentra bien.

—Hey, ¿qué es lo que te sucede? —pregunto mientras me acerco a ella, me mira a través del espejo con esos ojos verdes nublados por las lágrimas.

Ella solo levanta una paleta de plástico como si eso lo explicara todo.

—¿Te indigestaste comiendo helado?

Ella rueda los ojos con exasperación y se volvea con violencia hacia mí.

—Te golpearía por tonto si no me sintiera tan mal. —Me fulmina con la mirada y yo no entiendo nada—. Es una prueba de embarazo.

Embarazo... embarazo...

Me nublo, me congelo, siento como la sangre abandona mi cuerpo. Me cuesta poner las pocas neuronas que me quedan vivas en este momento a trabajar. Me agarro la cabeza, aterrado.

—A Apolo le va a dar un infarto.



***



Por fin en el aeropuerto para tomar nuestro avión que nos llevaría hacia Miami, se respira un poco de paz. Comienza la gira en la costa oeste y aunque es la parte más pesada de la gira estoy contento de que podremos respirar un poco.

Aún no me creo que voy a ser tío y lo que es peor aún no puedo creer que Phoebe no se lo haya dicho a Apolo, o en todo caso que él no se haya dado cuenta ya. Fui el primero en enterarme, pero Nix y mi madre ya se lo sospechaban desde que comenzaron los síntomas.

—Cariño, ¿puedes sostenerme esto? —me pide Phoebe extendiendo su bolso hacia mí.

Lo tomo mientras ella se agacha para poder amarrarse los pasadores. Todos están bastante animados con la idea de poder tener un día libre en Miami y la verdad es que es algo que me tiene muy contento a mí también.

El teléfono de Phoe comienza a vibrar dentro de su bolso.

—¿Puedes responder?

Lo busco dentro de esta bolsa infernal, no sé cómo le hacen para poder encontrar algo en ese lugar es como si no tuviera fondo. Al encontrar el aparato contesto de inmediato.

—¿Hola?

—Hola, ¿Neo? —dice una voz masculina que siento que la conozco, pero no estoy del todo seguro de saber de quien se trate.

—Sí, soy yo, ¿con quién hablo?

—Vaya, soy Oscar, el hermano de Alejandra. Hombre hace un par de meses que no nos vemos y ya no reconoces mi voz, puedo sentirme herido.

—Oh, perdona. Si te hace sentir mejor, me siento terrible.

Él ríe al otro lado de la línea.

—Me alegra poder hablar contigo, justo pensaba pedirle tu número a Phoebe para saber cómo le iba a Alejandra en el viaje.

Frunzo el ceño porque no debería necesitar mi número para poder comunicarse con su hermana.

—Te enviaré mi número por un mensaje sin problema, pero...

—Yo sé que Alejandra sigue enfadada conmigo y te aseguro que me tranquilizó mucho cuando tu hermano me dijo que se está quedando contigo desde que se fue de casa... Esa niña me volverá loco un día de estos. ¿Has podido hablar de lo sucedido?

—Este... yo... si claro, pero ya sabes que no es muy comunicativa cuando se enfada —miento para no meter en más problemas a Alejandra de los que ya tiene conmigo.

—Sí, siempre será una cabeza dura, pero me siento más tranquilo de saber que está con ustedes. Espero tu mensaje, saber de ella me dejará más tranquilo.

—Tenlo por seguro. ¿Quieres que te pase con Phoebe?

—Sí, por favor. Quiero saludarla.

—Una pregunta, ¿fue Apolo quién te dijo que estaba conmigo?

—Oh, no. Fue tu otro hermano, el rubio...—Basha—. Basha.

—Gracias.

Le entrego el teléfono a Phoebe quien me mira de una manera cautelosa y yo siento que la sangre se me está yendo a la cabeza.

Ya bastante malo es que Alejandra esté mintiéndome como para que mi hermano la esté ayudando.

Saco mi teléfono para enviarle el mensaje a Oscar cuando veo en una de las notificaciones una alerta de búsqueda.



El sueño cumplido de una fan enamorada. ¿Basha Lux y una fan?

SAGA LUX II | El amor de NeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora