Abismo

3 - 「 Lamento y espera 」

Si alguien le hubiera preguntado lo que sintió en ese momento, Luo Binghe no habría sido capaz de describirlo en una palabra.

Sintió un vacío. Sintió que le faltaba el aire. Sintió remordimiento e incredulidad. Sintió como si alguien estuviera llevándose un pedazo de su corazón a sangre fría.

¿Que qué sintio? Qué no, mejor.

La única persona que genuinamente se preocupaba por él en este mundo acababa de abandonarlo de forma agridulce y confusa; y él no pudo hacer nada. Ni antes, ni después del desastre. En un segundo, su vida cambió por completo.

Cuando los cultivadores de la Montaña Cang Qiong, el Mirador Tian Yi y el Palacio Huan Hua finalmente eliminaron a todos los monstruos y se dirigieron hacia allí, se encontraron a un Luo Binghe tirado en el suelo con la mirada perdida.

El Abismo Sin Fin ya se había cerrado. La sangre demoníaca de Luo Binghe ya se había calmado, y el sello de su frente había desaparecido. Al no haber rastro de Shen Qingqiu, muchos se miraron entre sí, obviamente extrañados ante esta inusual escena.

Luo Binghe estaba sucio, con olor a sangre impregnado en su túnica y rastros de lágrimas secas en su rostro.

Nadie se atrevió a acercarse a él, hasta que Ming Fan y Ning Yingying salieron apresuradamente de la multitud.

La espada Zheng Yang de Luo Binghe estaba tirada a sus pies, hecha añicos; era como si su brillo se hubiese apagado, convertida en un metal sin valor. Ming Fan tensó su mandíbula. Esa espada fue el motivo de sus desvelos, avivados por la envidia que le provocó el hecho de que nunca pudo poseerla, por mucho que lo anhelara.

Y ahora yacía ahí, inservible.

Arrodillándose a su lado, Ning Yingying sostuvo a Luo Binghe por los hombros para comprobar sus heridas. De repente, su mirada se clavó en un trocito de túnica verde que estaba siendo apretado con fuerza en su mano.

Un mal presagio se cernió sobre ella, apretando su corazón en un puño. Preguntó con un hilo de voz:

一A-Luo, ¿dónde está Shizun? ¿Eso es suyo?

Silencio.

La gente comenzó a murmurar. Tras un instante, los ojos de Ning Yingying se llenaron de lágrimas.

一No... no me asustes, A-Luo... ¿Dónde está Shizun? ¿Qué... qué le ha pasado?

Más silencio.

一¡A-Luo! 一estalló.

Una mano se posó sobre el hombro de Ning Yingying, haciéndola retroceder. Ming Fan tenía una expresión sombría. Sin reservas, agarró el cuello de la túnica de Luo Binghe y lo acercó a su cara.

一¿Dónde está Shizun, qué le has hecho? 一preguntó entre dientes mientras le sacudía.

Luo Binghe no apartó la mirada del Abismo Sin Fin en ningún momento, optó por el silencio una vez más.

Una lluvia de golpes cayó sobre él como consecuencia. Los puños de Ming Fan llegaron a él uno tras otro, sin detenerse, y ganando velocidad y potencia. Luo Binghe se desmayó varias veces, su labio comenzó a sangrar.

No se resistió. Aceptó cada uno de ellos. Era lo menos que se merecía, ¿no? Tampoco tenía las fuerzas para detenerlo, de cualquier modo.

Ningún cultivador se acercó para ayudarle, todo el mundo estaba tratando de procesar su silenciosa respuesta. Aparte de los gritos incongruentes de Ming Fan, también creyó escuchar el llanto desconsolado de Ning Yingying, pero no estaba seguro.