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A la mañana siguiente, Itziar despertó confusa. Las palabras de Álvaro rondaban su cabeza y no sabía muy bien si era realidad o había sido un sueño.
Sintió una gran necesidad de contarle a alguien sobre eso o podía reventar, pero no tenía muchas opciones. La mayoría de sus amigos eran amigos de Roberto también. Pensó en su amiga María pero una cosa era contarle que él le gustaba, y otra, que había pasado algo entre ellos. No podía permitir que nada de eso se supiera, así que pensó que era mejor guardar el secreto a arriesgarse a que algo se filtrara.

En los días siguientes, Itziar no tenía rodaje con Álvaro así que tendría que verlo solo de lejos y una especie de obsesión fue desarrollándose en su mente.
Cuando llegó al set ese día, se sentía paranoica, pero trató de tranquilizarse y comportarse normal. Ella aún no entraba a su camerino cuando vio a Álvaro llegar. Él la saludó con un gesto de su mano y se fue con sus compañeros. Apretó a Úrsula en un largo abrazo y ella sonriendo le dió un beso en la mejilla. Itziar volteó su mirada enseguida hacía otro lado. Aunque no fueran nada, no podía evitar sentir celos cuando él se acercaba de esa forma a otra mujer.

Durante todo el día estuvo en constante contacto con Roberto, contándole sobre el rodaje y haciendo bastante énfasis en que hoy no rodaría con Álvaro porque ella estaría grabando escenas fuera, en que el día anterior habían grabado juntos y se habían divertido mucho y otras innumerables menciones de él. Realmente ella no era muy consciente de eso. Tal vez era su necesidad de contarle a alguien sobre lo que había pasado que la hacía mencionarlo cada que podía.
Ella no lo notaba, pero al parecer Roberto sí.

– Pero bueno, ¿me estás contando de ti o de él? – le dijo él con aburrimiento.

Itziar no volvió a nombrar a Álvaro en toda aquella conversación. Roberto nunca había sido celoso, pero últimamente le fastidiaba un poco que ella le hable de Álvaro, ya que ella cada día se lo mencionaba más, y Roberto la conocía muy bien para no notar que ella se expresaba de una manera diferente al nombrarlo.

En todo el día no volvió a ver a Álvaro porque el rodaje fuera se demoró y para cuando llegó al set a cambiarse, él ya se había ido.

Lo extrañó mucho ese día, y al llegar a su casa solo rogó que al otro día pudiera al menos saludarlo de cerca.

Amaneció y en su celular no había rastro de él. Mensajes, llamadas, nada.
Fue al set y él no estaba con sus compañeros ni por ningún otro lado. Se dió por vencida, seguramente hoy tampoco podría estar cerca de él. Ella buscó como pudo la forma de concentrarse en su trabajo y la verdad era que sus amigos de la carpa eran muy buenos haciendo que cualquier cosa se olvide.

En el almuerzo por suerte logró encontrárselo. Él estaba únicamente con Pedro en una mesa junto a la salida de la cafetería. Ella le dió un empujoncito en la cabeza cuando pasó por detrás suyo, riendo juguetona. Álvaro y Pedro voltearon a verla y sonrieron.

Ella se sentó junto a sus amigos en una mesa del fondo y vio que a la mesa de Álvaro empezaban a llegar uno a uno los atracadores.
Ella no podía evitar que su atención se centrara en esa mesa, y más cuando él también la miraba de repente y le sonreía.

– ¿Invitamos a Álvaro a que venga a comer con nosotros, Itzi? – dijo Fernando sorprendiendo a Itziar.
–¿Qué? – ella preguntó.
– ¿Qué? – repitieron todos riendo.
– Que no paras de ver hacia allá. – dijo Mario. – Si quieres lo invitamos con nosotros y así puedes concentrarte en comer.
Itziar llevaba ya un rato balanceando frente a ella una cucharada de ensalada. La metió rápido en su boca y ellos rieron más fuerte.
– No digáis tonterías. – les advirtió sonriendo nerviosa.

La tarde pasó muy lenta. Estuvo a punto de llamar a Álvaro, pero se contuvo. La verdad era que le hacía falta, necesitaba escucharlo.

Cuando terminó de rodar, rogó encontrárselo, pero él no estaba. Se fue resignada a su casa y al llegar abrió su bolso buscando el celular. Se llevó una sorpresa cuando vio un trozo de papel de cuaderno en uno de los bolsillos. Un trozo de papel que antes no estaba ahí y que ella no reconocía como suyo. Lo sacó, lo desdobló y casi soltó un grito cuando vio escrita la letra de Álvaro en él, letra que ella reconocía por las veces en que habían estudiado las escenas juntos.

Locura || Itziar y Álvaro ||Where stories live. Discover now