Amigos

1.4K 194 9
                                    

Anthony recorría con la mirada toda la casa. Era pequeña, pero hogareña y muy limpia. Realmente le agradaba.

—¿Quieres...?

—Con un pedazo de pastel está bien. —Tony le sonrió.

Stephanie asintió. Mientras la rubia estaba en la cocina, el castaño veía los retratos en la mesa. Varias fotos de Barnes con la pelirroja o de Stephanie con ambos; todas eran de ellos tres, menos una. Un hombre y una mujer.

—Son mis padres. —Tony salto en su lugar, cuando Stephanie apareció.

—Lo siento, yo no...

—No te preocupes. —La rubia le sonrió por primera vez.

Stark le correspondió enseguida. Tenía una bonita sonrisa.

—¿Dónde están ellos? —Preguntó con inocencia, viendo la foto, específicamente a la señora. Stephanie se parecía mucho a ella.

—Murieron.

El castaño maldijo entre dientes.

—No debí preguntar. —El genio miró a la rubia con verdadera pena.

—Está bien. —Rogers se sentó con él (unos centímetros alejada) y le tendió el plato con el postre—. Mi padre era soldado, murió en servicio, y mi madre era enfermera, así que murió de tuberculosis.

Anthony miró de nuevo la foto. Un sentimientos agrio se instaló en su pecho.

—Lo siento mucho.

Stephanie asintió. Hablar de sus padres le dolía un poco.

Ambos permanecieron en silencio. Ninguno sabía de que hablar.

—Si hubieras llegado antes, hubieras encontrado a Bucky. —Comenzó la rubia, queriendo desvanecer el ambiente incómodo.

—Sobre eso... —Tony la miro—, estuve esperando a que se fuera.

Steph frunció el ceño extrañada.

—¿Cuánto estuviste esperando?

—¿3 horas? —Lo dijo muy quitado de la pena.

Rogers se sorprendió, pero luego de pensar en las circunstancias, comenzó a reír.

—¿Tanto miedo le tienes?

—Claro que no. —El castaño estaba ofendido—. Sólo no quería pelear. Barnes cada que me ve, quiere matarme a golpes.

—No me imagino por qué. —Susurró Rogers, llevándose un pedazo del pastel.

—¿Lo sabes? —Tony la había escuchado.

Steph asintió sin mirarlo. Claro que lo sabía, toda la escuela lo sabía.

—Supongo que por eso me veías con tanto recelo ese día. —Aun recordaba la mirada que Rogers le dirigió cuando la encontró bajo la lluvia.

—Bueno, tu fama no es la mejor. —Opinó la chica.

Tony sonrió. Franca, le agradaba.

—¿De verdad crees que soy egoísta, superficial y mujeriego?

—Mujeriego aun lo creo.

Anthony se calló ante eso. Bueno, tal vez un poco.

Ambos comían mirando hacia las paredes, tal vez esperando a que estás les dieran un tema de conversación.

—Escuche que estabas enferma. —El castaño tocó su frente por instinto—. Pero pareces mejor.

Steph sintió sus mejillas calientes. Tony estaba bastante cerca.

Anthony sonrió ante la cara de espanto de la chica. Era tan tierna.

—S-si, estoy bien. —Rogers se alejó del toque—. Stark, ¿Por qué preguntaste por mi?

El genio pensó la respuesta.

—Estaba preocupado.

—¿Por qué?

Anthony se encogió de hombros—. No lo sé. —Respodió sincero—. Realmente no lo sé.

Era algo más fuerte con él. Cómo si fuera una conección.

Stephanie lo miró con sospecha.

—No es una broma ¿Cierto?

El joven negó ante los pensamientos de la rubia.

—No, por supuesto que no. —Stark medito sus palabras—. Sólo, se me ocurrió que podriamos ser amigos.

—¿Amigos?

—Así es. —El castaño le sonrió sincero—. Verás, no dejó de pensar en ti.

Steph se sonrojo ante las palabras del castaño.

—Y, bueno, pensé que sería buena idea conocernos. —Tony le tendió la mano— ¿Quieres ser mi amiga?

Rogers miró recelosa la mano que se extendía hacia ella. Después lo miro a los ojos.

Anthony tenía los ojos más bonitos que había visto.

—Amigos. —Con duda, tomó la palma entre su delgada mano.

Ambos sintieron una corriente que los estremeció.

—Amigos. —Tony de nuevo le sonrió, causando que su corazón se acelerará y la cara se le calentará.

Por su parte, Anthony estaba satisfecho. Al fin tendría una excusa para ver esos ojos azules más seguido.

PreticorWhere stories live. Discover now