- Soo Young, ¿de verdad quieres esto? - con su voz serena que dejaba sentir su dolor.
- si, más que nunca - respondí en una pieza.
- ok, entonces terminamos - se levantó de la banca de aquel parque solitario y se marchó dejándome atras.
No podíamos vivir así siempre, prefería recordarlo como el amor de mi vida y no que el amor muriera por la situación en la que nos encontrábamos. Una nueva etapa se abría para nosotros en donde trabajamos muy duro, realmente duro, nadie supo de como me sentía, incluso Suga que siempre fue mi alma gemela. No podía decirle que me sentía mal, además quería que el supiera que yo realmente lo hacía bien, sin mentiras sin embriagar me por su recuerdo, sin nadie que le dé un motivo para que se sienta estresado.
También me daba gusto que el fuera feliz, por qué el amor no lo era todo, el amor es importante, pero si amas de verdad necesitas ver feliz a la otra persona, aún que no esté a tu lado. No sabía si algún día podría gritar a los vientos que el era mío, y no podía seguir adelante con esta relación llena de mentiras y lo más importante, oculta. En las presentaciones lo saludaba muy casual, siempre trate de ser profesional, el me daba una mirada pero está vez más discreto, de vez en cuando nos marcabamos, pero nuestras voces por alguna razón no salían y, solo consistía en preguntar cómo nos iba y si estábamos bien.
Suga intento preguntar qué pasaba, pero al parecer aún estábamos en sintonía, y ambos decíamos que solo fueron así las cosas. Después de un tiempo, comenzamos a actuar normal, teníamos muchos proyectos por lo cual poco a poco dejamos de saber del otro. Nuestro único contacto era esa muy estrecha amistad que tenía con suga, pero el también decidió dejar todo de lado y jamás tocaba el tema. A veces un sentimiento extraño aparecía en mi, lo que llevaba a hacer cosas sin sentido, conducia y me paraba frente su dormitorio, pera retirarme unos minutos después.
¿Por qué los sentimientos del primer amor no se borrar?, ¡no se borra nada!, ni los besos, caricias, tenía tatuada en mi mente su sonrisa, sus gestos a la hora de hacer el amor, su personalidad tan infantil, su muy hermosa voz, sus labios, esos ojos tan puros, tenía tatuado por todo mi ser a Kim Taehyung. También había veces que quería correr a el, no entendia por qué, pero realmente quería estar con el, incluso si eso nos lastimara.
En el trascurso de un año, pasaron cosas que me hacían querer estar a su lado y otras que me hacían entender por qué no estábamos juntos. Me di cuenta cuanto forzamos la relación, en un año pocas veces coincidimos, incluso en los premios más famoso no estábamos ambos. Pero en otros si, y siempre tomaba la oportunidad de admirar su trabajo y su persona. No fue asta el fin de año de 2019 en donde nuevamente, estaríamos juntos en algunos aspectos.
- hola, ¿como estás? - preguntó el con ese nuevo semblante que lo caracterizaba.
- bien y tú - mi voz era temblorosa tan dispersa. Parecía que fuera la primera vez que hablaba con el, mis manos sudaban y mi voz se entre cortaba sin mencionar que mi respiración era irregular.
- también, ¿oye te parece si salimos a tomar una copa? - el sugirió con audacia.
- nosotros solos - no podía creer lo que sugería.
- ¡:no!, no te preocupes también irán algunos amigos - dijo desmoronando mis ideas atrevidas y mi cara lo reflejaba.
- ¡aaah! - gesticule mi desilusión. Hecho a reír y volvió a hablar
- claro que solo nosotros, hace tiempo que no platicamos, te extraño y antes de que me digas mas, una simple salida no arruinara nada, solo es una copa, podrás volver a tu dormitorio despues - el me miró esperando mi aprobación.
