Ciudad del fuego celestial fanfic

Sangre

Jace estaba agotado, había pasado toda la tarde entrenando con Kaya y ahora ambos se encontraban sentados en el prado a orillas del lago Lyn, esa mañan a diferencia de otros días habían decidido entrenar en el exterior y ambos habían acordado que aquél sitio era el mejor lugar para hacerlo. Esa noche era el gran ataque por lo que se estaban esforzando al máximo.

Kaya era muy buena en combate y últimamente le había ganado a Jace mas batallas de las que él le hubiese gustado admitir.

-¡No puedo creerlo! Has ganado seis de las nueve batallas... Es imposible jamás nadie me había vencido tantas veces. - exclamó Jace frustrado y asombrado al mismo tiempo- es decir, soy el mejor, la sangre de ángel me hace el mejor. ¿Cómo logras ganarme?- bromeó el muchacho. Pero Kaya no rió como Jace esperaba, se tensó y Jace supo que ella le ocultaba algo.

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- ¡CLARY VEN AQUÍ DE INMEDIATO! Es hora del desayuno- bramó Sebastian desde el salón principal que usaban para comer. Estaba frustrado, era la cuarta vez que la llamaba y ella aún no respondía. Sebastian pensó una vez más que quizá los humanos tenían en sueño más profundo de lo que pensaba.

Estaba enojado, no con Clary, sino con lo que había ocurrido hqcw dos noche. Él había sentido voces en la habitación de Clarissa y confundido se había adentrado a su habitación para ver qué ocurría ,cuando la había visto dormida sintió algo muy extraño dentro de su cuerpo, como si estuviera en llamas y no pudo evitar tocarla. En el instante en que la piel de la muchacha tocó la de él, Sebastian supo que esa noche la haría suya aunque ella no diera su consentimiento y estaba listo para hacerlo cuando su súbdita Amatis apareció en el umbral y demandó su presencia. Sebastian tuvo que abandonar el dormitorio sin siquiera tener tiempo de despertar a Clary. Se había jurado que esa misma noche tendría relaciones con ella sí o sí. Compartían sangre y así es como debía de ser.

Clary seguía sin aparecer por lo que decidió comenzar a comer el desayuno sólo, sonriendo bajo la promesa que se había hecho a si mismo, esperando impaciente la noche.

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-Kaya, algo me ocultas. Dime qué es- le preguntó Jace por segunda vez. Ella no podía más con la situación y sabía que estaba frente a un cabezota que no se daría por vencido hasta que ella le dijera toda la verdad.

Jace era tan parecido a ella, Kaya lo había notado desde el primer momento en que lo había visto y ahora que lo conocía más, la muchacha no podía evitar empezar a tener sentimientos por Jace, estaba comenzando a gustarle, tenía el rostro y el cuerpo perfectos y una personalidad increíble ¿cómo no amarlo? De todas maneras ellabsabía que no tenía posibilidades con él. Jace había hablado sólo una vez de Clary, su novia, y lo había hecho de tal manera que a Kaya no le cabía duda de que Clary era a quien Jace amaba más que nada y que ella no podría cambiar eso aunque quisiera. Pero, aunque Jace no correspondiera su amor y no la viera más que una conocida, Kaya decidió contarle su secreto más sagrado.

-Está bien, te lo diré todo pero antes tienes que jurar por el Ángel que guardaras mi secreto. - le pidió la muchacha.