The Guardian

Capítulo XIII

**LOCKWOOD'S FAVS PLAYLIST: Heatbeat- Carrie Underwood

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THOMAS MARCHETTI

No soy sabio ni pretendo serlo. Al contrario, me considero un poco inmaduro y lleno de preguntas en la vida de las cuales no tengo respuestas.

Algunos abogados como yo sienten que conocen todos los secretos del mundo por la profesión que desempeñan; en mi caso, yo no me dejo engañar. Soy seguro de mí mismo, y tengo confianza en mi trabajo y en mis habilidades pero ser engreído y creerme más que los demás no es parte de mí. No me considero perfecto.

No soy el mejor de los hijos, pero lo intento. Nacido en una familia Italiana siempre se me enseñó que la familia es lo primero, y aunque a medida que vamos creciendo eso camba debido a nuestros propios sueños e ideales mi amor por mi familia no ha cambiado. Soy un hombre en busca de la realización de mi vida. No creo en el amor de pareja, aunque me divierto en mutuo acuerdo. Creo que soy muy joven para atarme a una sola mujer cuando existe tanta variedad en el mundo por conocer. Un pensamiento un poco arcaico, que sin duda mis hermanas siendo mujeres me reprochan, sobre todo Lauren.

Si pudiera considerar una debilidad en mi vida sin duda sería Lauren. La adoro completamente. Es la mejor hermana del mundo, mi mejor amiga y somos realmente unidos. El ser los únicos dos de la familia viviendo en New York nos hizo acercarnos más. Antes de que ella se mudara con Caleb compartíamos departamento, aunque casi no pasábamos juntos por nuestras carreras. Lauren al ser Licenciada en Música viajaba mucho a diferentes conciertos sobre todo cuando se unió a la Sinfónica de New York un año antes de conocer a Caleb.

Pensar en todo lo que Lauren ha dejado atrás me duele, pero si algo me lastima sin duda es que renunciara a la música. Lauren tiene el talento natural para el arte. Puede tocar una infinidad de instrumentos, pero toca con maestría el violín y el piano. Tanto así, que eso le ayudo para ser de las mujeres más jóvenes en la Sinfónica en obtener solos, incluso en Julliard ya sobresalía por su talento.

Un año después de conocer a Caleb renunció a la Sinfónica para ya no viajar tanto y estar lejos de él. Ella siempre dice que fue la mejor decisión, pero siempre noto ese vacío en ella. Muy dentro de mí, estoy seguro que no quería hacerlo. Pero en ese momento le pareció lo correcto, porque había llegado a su vida un hombre que la amaba y que ella amaba mucho más que el reconocimiento a su arte que había tenido durante años.

Después de dejar la Sinfónica algo cambió en ella, pero se refugió en Julliard y en su relación. Si una pareja alguna vez me hizo creer un poco en el amor era de la de Caleb y Lauren. Se amaban mucho y tenían muchos planes juntos. Volviendo atrás ahora veo lo mucho que Lauren sacrificó para que su relación funcionara, y cuando Caleb murió lo perdió todo.

Ver el dolor de Lauren fue tan fuerte para mí que no logro recuperarme por completo. Lauren es mi adoración y verla llorar y sufrir fue más de lo que pude soportar. Es más de lo que puedo soportar incluso ahora.

—Podrías dejar de holgazanear y hacer algo productivo como ayudarme a buscar mis aretes—el golpe de una almohada llega a mi cara interrumpiendo mis pensamientos y sonrío mientras la observo pasear por su habitación mientras busca un par de aretes que no encuentra, como siempre.

—Puedes ponerte cualquier par de aretes y estás obsesionada con esos—le digo riendo y ella pone los ojos en blanco—, pero debo admitir que sei bellissima.

—Grazie—me agradece el cumplido sonrojándose un poco.

—Me alegra que tomaras una noche libre del restaurante—ella me ve desde el espejo y sonríe un poco—. ¿A qué se debe la ocasión?