don't be a fool ; kang yeosang (ateez)

24

Leo y releo el mensaje, una y otra vez.

Seonghwa:

Necesito hablarte de algo, ¿podemos vernos?.

¿De qué querría hablarme Seonghwa?, no somos tan cercanos como para que quiera venir a contarme algo, por lo que me desconcierta un poco su mensaje. Por otro lado, no creo que quiera hablar de lo que pasó el otro día ¿o sí?. No, definitivamente decidimos no hablar de aquello y hacer como que no pasó, pero entonces ¿qué quiere decirme?.

Por supuesto, ¿dónde y a qué hora nos vemos?.

Es mi respuesta luego de pensar durante lo que creo fueron unos diez minutos.

Su respuesta no tarda en llegar, podría decir incluso que fue casi inmediata.

Seonghwa:

¿Te parece bien en el café que está a dos cuadras del instituto? ¿en treinta minutos?

Me parece bien, ahí estaré.

Apenas envío el mensaje me levanto para cambiar mi ropa de vagabundo por algo fresco pues hace un poco de calor, me coloco un short negro tallo alto y una camisa de rayas blancas y negras, me calzo unas botas negras, recojo mis cortos cabellos en una cola baja, ya que quiero despejar mi cara y para que no se peguen por el sudor o me fastidien algunos cabellos rebeldes.

Cuando estoy lista tomo las llaves y mi teléfono.

La puerta principal se abre y veo a mi padre entrar, se le nota cansado y me siento muy mal de verlo así.

—¿Vas a salir? —pregunta en cuanto me ve, deja el maletín a un lado y se acerca a mí para plantearme un beso en la frente.

—Iré a ver a un amigo, estaré aquí antes de la cena —le digo y él asiente, le dedico una sonrisa y él me la devuelve.

—Trae pollo frito para la cena —veo que saca su billetera y de ella extrae su tarjeta de débito.

—Está bien, adiós papá —tomo la tarjeta y al instante la guardo, veo la hora.

Son apenas las cinco, tengo al menos quince minutos para llegar. Así que, sin esperar más, voy hacia el lugar de encuentro, lo bueno es que es relativamente cerca.

Al entrar en el café ubico a Seonghwa sentado a dos mesas de la entrada, él rápidamente me nota y alza una mano en mi dirección.

—Hola, ¿esperaste mucho? —saludo a la par que me siento frente a él.

—No, tranquila, vine antes —me dedica una sonrisa antes de darle un sorbo al café que hasta ahora no había notado, seguramente la pidió antes de que llegara—. ¿Quieres algo? yo invito.

—No, no te preocupes —niego al instante y él me mira no muy convencido pero finalmente asiente—. Dime... ¿de qué necesitas hablar?

—Seré directo —asiento—. Quiero que me ayudes con Jiah —me sorprendo en demasía y él sonríe un poco avergonzado—. Verás, ella y yo... ya sabes, éramos novios, h-han pasado un par de meses y creí que podía aguantar ésto, pero yo... —suspira—. Simplemente no puedo—Suspira con la mirada fija en algún punto de la mesa, mostrándose afligido—. Intenté hablar con ella incontables veces, trato de acercarme a ella lo más que puedo pero no me lo permite, incluso fui a su casa varias veces pero ella simplemente me cierra la puerta en las narices apenas me ve.

Había notado antes los esfuerzos del mayor por acercarse a mí amiga, de hecho, todos lo hemos notado, al igual que notamos como ella simplemente lo ignora.