Pelea y Arreglo

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Se habían peleado de una mala forma, tan mal que Fargan había acudido a Samuel y a Rubén, que estaba en espera de su primer hijo.

-¿Pero Por qué se pelearon? ¿Todo iba bien no? - Dijo Rubius mientras acariciaba su vientre abultado.

- Sí Rub. Todo iba bien, hasta que apareció comiéndole la boca a Alex. - Dijo Fargan en respuesta a su amigo.

-¿Y ustedes que eran? ¿Novios? - Preguntó Samu mientras entraba a la sala, al preguntar eso, recibió una mirada fulminante de su pareja.

- Se supone que lo éramos. Él no sabe que lo ví con Alex. - Fargan estaba sentado en un extremo del sillón y la pareja del otro, Rubius se acercó a Fargan y agarró su mano, demostrando su apoyo, además de la sonrisa tranquilizadora que le daba Samuel. La noche empezó a caer, Fargan quiso irse a casa, pero por la pareja se quedó. La pareja pensaba que era muy peligroso, ya que habían muchos bichos chetados por la zona.

-Puedes quedarte aquí, total tenemos varios dormitorios. - Dijo Samuel mientras le entregaba una muda de ropa. Fargan asintió y le susurró un gracias.

-Puedes quedarte todo el tiempo que quieras. - Dijo Rubius desde el marco de la puerta, procurando no apoyar su vientre de casi nueve meses sobre el marco de la puerta. - Samu, ya me voy a dormir. - Rubius le dió un pico a su pareja y un beso en la frente a Fargan.

- Gracias por todo chicos.

-No es nada, total, este cuarto está nuevo. Buenas noches, David. - Samuel cuando estaban solos le decía por su nombre y no por su apodo, ya que su nombre le dejaba saber que confiaba en él y viceversa.

- Gracias Samu, Buenas noches. - Con estas palabras, Samuel se retiró cerrando la puerta con cuidado.

Al día siguiente, Samuel tuvo que prácticamente bajarlo por las escaleras como costal de papas, ya que no quería salir de la cama.

-¿Qué harás hoy? - Preguntó Rubén mientras engullía su desayuno.

-Come más despacio, Chiqui, te vas a atragantar.

-No sé, tal vez ir a la mina, farmear un par de materiales. - Dijo mientras jugaba desanimado con su desayuno.

- ¡Vale, tendremos un día ocupado! - Dijo Samuel mientras miraba con una sonrisa a Fargan. - Iremos a la mina.

- ¡Sí! ¡Por fin saldré de casa! - Básicamente, desde que se habían casado y Rubius había quedado embarazado, Samuel no lo dejaba hacer casi nada, poniendo la excusa de que se podría lastimar el bebé y demás.

- Tampoco podremos dejarte sólo, así que... - Samuel se había rendido, cosa rara. - Iremos todos juntos a la mina. - Rubius levantó sus brazos como niño pequeño. - Como un niño pequeño.

-Pero así me quieres.

Mientras terminaban de preparar alimento y pocos suficientes para la mina, alguien tocó la puerta de la muralla, Samuel miró quien era y hizo una seña a Rubén, haciendo que este subiera las escaleras con Fargan y lo dejase en el cuarto de este.

- Willy, Que sorpresa tenerte aquí ¿A que se debe tu presencia? - Dijo Rubén fingiendo tranquilidad mientras bajaba las escaleras agarrándose de la barandilla a pedido de Samuel.

- Hola Rubius. ¿Tenéis idea de donde estará MI pareja? - Dijo el Albino haciendo énfasis en la palabra mi.

- ¿Desde cuando tienes pareja? ¿Alex? - Guillermo se tensó al escuchar el nombre de su amante.

-Alex no es mi pareja, Se supone que Fargan lo es y no lo veo hace tres días, lo ví por última vez en mi casa.

- ¿Ah sí? Pues corren los rumores de que estás acostándote con Alex. - Dijo Rubius poniéndose en frente de Willy resaltando la diferencia de altura.

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