Capítulo 56

31 7 1
                                    

Hilary: -Leo debes huir con Yebin.
Hongbin: -¡Bájate, corre!
Me bajé del auto con Hongbin.
Leo y Yebin se fueron en el auto, yo entré con Hongbin a la casa fingiendo agrado.
Debíamos actuar.
Hongbin: -Te dije que te iba a gustar- amos sonreímos.
Hilary: -Sí, me encantó.
Siempre me sorprendes- miré hacia mis padres- ¿Mamá? Me fingí sorprendida y corrí hacia ella.
Señora Ann: -¡Hija!
Hongbin: -Buenas tardes, señores.
Señor Ann: -Hola, Hongbin.
Hilary: -Hola, papá- dije seca.
Señor Ann: -Hola, hija. Bueno Hongbin, quédate un ratito con mi esposa, debo hablar con mi hija.
Mi papá me guió hasta la cocina dejando a mi mamá con Hongbin.
Señor Ann: -Tu madre no sabe nada de lo que pasó así que más te vale que te comportes.
Hilary: -A mi también me da gusto volverte a ver, papá- bromeé.
Señor Ann: -Hablo enserio-dijo serio.
Hilary: -Tranquilo, a Hongbin y a mí no nos costó reconciliarnos. De todas formas tuve un pasado con él ¿Recuerdas?
Señor Ann: -¿Ósea que ya tendremos el nieto?
Hilary: -¡Sólo fue una noche! ¡Tranquilo!- salí de la cocina.
Señora Ann: -Fue tan rápido, pero es normal en ti que hagas cosas locas, hija.
Hilary: -Lo siento por no esperarte, mamá. Es que Hongbin y yo queríamos estar juntos lo más pronto posible.
Señora Ann: -Pero si ya estaban juntos ¿Por qué tomaron está decisión?
Hilary: -Sabes que el amor siempre comete locuras sin importar nada.
Señora Ann: -Que hermoso.
Hilary: -Así es- me senté en las piernas de Hongbin, él comenzó a acariciar mi cabello.
Señor Ann: -¿Están felices?
Trataba de probarnos.
Hilary: -Cómo nunca- abracé a Hongbin.
Señora Ann: -Me alegró por ustedes.
Hongbin: -¿Y a que se debe su visita?
Señor Ann: -Mi esposa quiso verlos.
Señora Ann: -Así es, espero no incomodarlos.
Hilary: -Para nada.
Señor Ann: -¿Entonces no les importa que nos quedemos a dormir?
Hilary: -Papá, tienes memoria de pollo ¿O qué? Sólo hay una habitación aquí.
Señor Ann: -Claro que no, hay dos. La puerta cerrada que está al otro lado es otra.
Hongbin: -¿Y por qué la cerraste?
Señora Ann: -Sí ¿Por qué?
Señor Ann: -Verás... -dijo nervioso- pensé que no la necesitarían.
Señora Ann: -¿Tú tienes la llave?
Señor Ann: -Sí.
Hongbin: -Viejo de las mil madres- me susurró en el oído.
Señora Ann: -Entonces ¿No habrá problema en que nos quedemos?
Hongbin: -Ehh- me miró.
Hilary: -En lo absoluto.
Señor Ann: -Que bien porque nos quedaremos dos días.
Hongbin: -Fuck- me volvió a susurrar.
Señora Ann: -¿Qué tanto se susurran?
Hilary: -Oh, es Hongbin que siempre está diciéndome cosas amorosas al oído.
Señora Ann: -Que tierno, vamos a la habitación porque ya está oscureciendo.
Hongbin: -Claro suban. Nosotros subiremos en un segundo.
Señora Ann: -Vamos- se fueron.
Hongbin: -¡Pero qué...!
Hilary: -¡Shhh!
Hongbin: -¿Ahora qué haremos?
Hilary: -¡Pues nada! Fingir por dos días.
Hongbin: -¿Estaré dos días sin ver a Yebin?
Hilary: -Nooo. La traeremos y le diremos a mis padres que es tu amante.
Hongbin: -Yebin no es mi amante.
Hilary: -¡Estás casado! Cualquier mujer que no sea yo es tu amante.
Hongbin: -Aún no me la creo que estoy casado.
Hilary: -Yo trato de no pensarlo mucho.
Hongbin: -Subamos que se van a preguntar que tanto hacemos.
Hilary: -Vamos.
Nos abrazamos y subimos.
Señora Ann: -Se ve acogedora la casa.
Hilary: -Lo es.
Señor Ann: -Bueno, vayamos a cenar y luego a dormir. Mañana queremos ir al doctor.
Hilary: -¿Al doctor? ¿Para qué?
Señor Ann: -Bueno, le conté a tu madre que Hongbin y tú quieren tener un hijo así que queremos asegurarnos que todo esté bien.
Señora Ann: -Aunque me inquieta que apenas tengas 17.
Hilary: -Sí, pero es que Hongbin y yo no queremos esperar.
Señora Ann: -Bueno, vayamos a cenar.
Bajamos y salimos en su auto.
Señor Ann: -¿Les gustó el auto que les di?
Hongbin: -Si, está genial.
Llegamos a un restaurante muy fino.
Señora Ann: -¿Y cómo te trata Hongbin?
Hilary: -Excelente, es el esposo perfecto- apreté su entrepierna por debajo de la mesa. Él se quejó.
Señora Ann: -¿Te sucede algo?
Hongbin: -No, nada. Solo fue un espasmo.
Señor Ann: -¿Qué vamos a ordenar?
Hongbin: -¿Qué quieres tú, amor?
Hilary: -Ordena por mí, cielo. Ordenamos y nos llevaron la comida.
Señora Ann: -¿Y cómo planean llamar a su hijo?
Hongbin: -Sí es niño Rahul.
Hilary: -Y si es niña, Yebin.
Señora Ann: -Ayy que linda- mi padre me miró con desagrado, yo solo le sonreí.
Terminamos de cenar y fuimos a casa.
Señor Ann: -Bueno, ya es tarde. Pero igual puede hacer al nieto.
Hilary: -¡Papá!
Señora Ann: -Sí querido, te estás pasando.
Señor Ann: -Sólo decía.
Hilary: -Bueno, muero de sueño, buenas noches- se despidieron y nos fuimos a la habitación.
Hongbin: -Hoy no hay 'faje'- hizo comillas.
Hilary: -No estés tan seguro. Llamaré a Leo, haz ruidos de gemidos.
Hongbin: -No haré eso.
Hilary: -¿Hola?
Leo: -¿Qué paso?
Hilary: -Se quedarán a dormir por dos días, no nos veremos entonces.
Leo: -¿Y nosotros qué? Estamos en la cochera de tu casa desde que salieron a cenar, estamos dentro del auto.
Hilary: -¡Que! ¡Qué locura es esa!
Leo: -No dormiremos aquí.
Yebin: -¿Es Hilary? Dile que la amo.
Leo: -Yebin, espérate.
Yebin: -¡Dile!
Hilary: -Tengo una idea pero es arriesgada.
Leo: -Dime.
Yebin: -Dile que la amo o tocó la bocina.
Leo: -Ni se te ocurra.
Hilary: -¿Qué?
Leo: -A ti no, a Yebin.
¿Qué tienes en mente?
Yebin: -¿Le vas a decir?
Leo: -¡No!
La bocina sonó, la puerta de mis padres se abrió.
Hilary: -Maldita Yebin- tiré el teléfono y salí.
Hongbin: -¿Qué pasó?
Señora Ann: -Escuchamos la bocina de un auto abajo ¡Se nos están robando el auto!- bajaron.
Hilary: -No no no- los seguí.
Señor Ann: -Ahí está el auto, pero por cualquier cosa lo meteré a la cochera.
Hilary: -¡No! Deja que Hongbin lo haga.
Señor Ann: -No, además el sonido salió de la cochera, queiro ver qué hay ahí.
Hilary: -No, no quieres- me interpuse.
Señora Ann: -Hilary ¿Pasa algo que no sepamos?
Hongbin: -Enserio, no se tomen la molestia, yo lo hago.
Señor Ann: -No, yo voy- tomó las llaves, salió de la casa e introdujo el auto.
Hongbin y yo corrimos hacia la cochera.
Hongbin: -¿Qué pasa?
Hilary: -Yebin sonó la bocina. Está con Leo dentro del auto.
Hongbin: -Voy a matarla.
Hilary: -No si yo la mato primero.
Llegamos a la cochera y vimos como mi padre metió el auto, bajó.
Señor Ann: -Abriré su auto.
Hilary: -¡Para qué!
Señor Ann: -Fue su bocina la que sonó, quiero ver qué es lo que anda mal.
Hongbin: -¡¡No!! No se moleste, lo revisaré mañana.
Señor Ann: -Lo haré ya mismo- abrió la puerta y entro.
Hilary: -No puede ser- me volteé y abracé a Hongbin- No puedo ver esto.
Hongbin: -No están.
Hilary: -¿Qué?- me aparté.
Mi padre salió del auto.
Señor Ann: -Mañana lo llevaremos al mecánico, parece que todo está bien, pero uno nunca sabe.
Hongbin: -Si, es mejor llevarlo donde alguien que sepa.
Señor Ann: -Bueno, ya es muy tarde, ahora si a dormir.
Hilary: -¡Cárgame!- me lancé a sus brazos, Hongbin me cargó hasta la habitación.
Señora Ann: -Que lindos se miran, Ann ¿Porqué tú nunca me castigas así?
Señor Ann: -Porque pesas el doble que yo.
Hilary: -Además él a duras penas se aguanta así mismo.
Hongbin: -Bueno, nos vamos- entramos a la habitación. Hongbin me lanzó a la cama.
Yebin: -Auch!- Di un grito del susto.
Hilary: -¡Qué haces aquí, desquiciada!
Yebin: -No íbamos a dejar que nos viera tu padre.
Hilary: -¿Dónde está Leo?
Yebin: -Cómo no sabíamos en qué habitación era que estaban, él decidió entrar en la otra.
Hongbin y Hilary: -¡¡Qué!!
Yebin: -Sólo bromeo, está en el baño.
Justo él salía.
Leo: -Sí no la matas tú la mato yo.
Hilary: -Júralo que la voy a matar.
Hongbin: -No si yo la mato primero.
Yebin: -Es que no te mandaba mi recado.
Hongbin: -Estás loca- se lanzó sobre ella para besarla.
Hilary: -¿Ahora como dormiremos?
Yebin: -Acosatados.
Hilary -Tú dormirás en el suelo.
Leo: -Dos de nosotros deben irse a un hotel.
Hilary: -¿En qué auto?
Leo: -¿Y para que crees que son los pies?
Hongbin: -Bien, entonces vete tú.
Yebin: -Hilary y yo nos quedamos, ustedes dos van a dormir al hotel.
Hongbin: -No no no.
Leo: -Tendremos que acomodarnos los cuatro aquí.
Nos recostamos. Los chicos en los extremos y Yebin y yo en medio.
Hilary: -Pero cero faje por hoy ¿Ok? Aguántense.
Yebin: -¡Trio! Todos menos Leo.
Leo: -Yebin no me des otra razón para matarte.
Hilary: -Duérmense.
Hongbin: -¿Le pusiste seguro a la puerta?
Hilary: -Sí, claro.
Hongbin: -Moscú shore abre sus puertas y cierra sus camas, que comiencen los quejidos.
Hilary: -El que gima le cortó las bolas.
Yebin: -¿Y si soy yo?
Hilary: -Sí eres tú te corto los pechos.
Yebin: -Calladitos todos.
Hongbin: -Ahh ahh ahh- fingía quejidos.
Hilary: -¡Cállate o te meto un pepino usado de Leigh en la boca!
Yebin: -Hablando de Leigh ¿Qué habrá sido de esa zorra?
Hilary: -No lo sé. En un sembrado de pepinos tal vez.
Leo: -¿Podemos cambiar de tema?
Hilary: -Ohh si, si fue la mujer de estos dos.
Yebin: -¿Ah si?
Hilary: -Hongbin era el amor de loco de la verdulera y Leo se la quitó.
Yebin: -Wooow.
Hongbin: -¿Podrían dejar de hablar como si estuvieran solas?
Estamos aquí.
Leo: -Tenían que ponerse a hablar de eso.
Yebin: -Ósea que no eres la primera mujer que le gana Leo.
Hongbin: -¡Basta!- se levantó- Leo no me ganó nada, yo se las dejé a ambas.
Hilary: -¿Disculpa?
Leo: -Leigh me prefirió a mí a pesar de que yo no le hacía caso y Hilary nunca me dejó de amar, ni tú pudiste hacer que me olvidara.
Hongbin: -No me retes, Jung...
No me hagas recuperarla sólo para mostrarte quién soy yo.


Niña Mal (leo & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora