[012]

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Los brazos de Renjun me rodeaban mientras yo era más que un mar de lágrimas. No sabía cómo tomarme lo que el tío y a abuela me habían contado. No sabía qué hacer. No sabía nada prefería ser una estúpida cabra que su única actividad era comer.

— Calma Nuri.

Al menos ya tenía las respuestas de mis preguntas del pasado.

Mi padre no me había abandonado, lo habían obligado a abandonarme y la mujer que creí que me quería a la que alguna vez llamé madre lo único que quería era olvidarse completamente de mí.

En cierta parte, estaba agradecida con mi abuela y el tío que me habían criado cuando en realidad eso no era su responsabilidad.

Ahora, aquel hombre en traje había venido decidido a hacerse cargo de mí y formar parte de mi vida pero eso significaba dejar todo lo que amo por tener una mejor vida, con más oportunidades y salir del pequeño pueblo en el que crecí.

Y dejar a Renjun.

— Nunu, las cosas pasan por algo. Esto es una gran oportunidad para ti, para cumplir tus sueños y ser grande en la vida. No lo veas por el lado negativo, tu abuela siempre quiso lo mejor para ti y lo sigue queriendo. Es hora de que te preocupes por ti y no por los demás, deja de ser tan considerada.

Las palabras de Renjun llegaron como dagas en mi pecho. Él tenía toda la razón, mi padre quiere ver por mí y por mi futuro.

La cosa era, que a penas y lo conocía. Me lo imaginaba de otra manera, como una persona mala que no quería saber nada de mí solo por cuentos que me contaba mi madre de pequeña. Como si él fuese el villano y en realidad era todo lo contrario. Mi madre me mintió, ella vivía feliz en la ciudad junto con otro hombre mientras yo tenía esa estúpida ilusión de esperar a que ella regresara y viviera conmigo nuevamente.

Sorbí mi nariz regresando los mocos a donde pertenecían. Vi el hombro todo mojado de Renjun por mis lágrimas de cocodrilo y él me sonrió.

— Nuri, tu abuela dijo que tu padre dio la opción que si no estabas lista aún podrías irte hasta el siguiente año, cuando entres a la universidad. Aún tienes un montón de tiempo para pensarlo — acarició mi mejilla y limpió mis lagrimas con su pulgar — Deja de llorar por el amor de Dios, sabes que en algún momento de tu vida tendrías que separarte del pueblo. Siempre fue tu sueño.

Asentí ante la cruda realidad. Renjun era tan directo que a veces odiaba eso de él, aunque la realidad es que era más que una cualidad.

— Pero no los quiero dejar. No quiero dejar a la abuela, al tío, nos quiero dejar a Seulbi, a Dante, a las cabras, a los pollitos, a los gallos, a las gallinas, a las sand-

— Bueno Nuri, no lo quieres dejar. Ya entendí pero recuerdas que siempre me decías que querías irte a la ciudad. Allí podrás ser diseñadora, modelo, tendrás tu propio dinero por un trabajo que te guste en lugar de vender sandías.

Asentí. Tallando mis ojos que comenzaban a nublarse por las lágrimas nuevamente.

— Sabes claramente que los chicos que se quedan en el pueblo no tienen un gran futuro. No sé que es lo que te retiene a quedarte, puedes venir todo el tiempo que quieras siempre te recibiremos con los brazos abiertos. Nuri, solo dale tiempo a tu padre, él te ama lo suficiente como para venir por ti y pelear tu tutela contra tu madre.

we young ➳ renjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora