CAP. 11.

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Quedaba solamente una semana para la fiesta que se iba a realizar en casa de los Styles. 

El cumpleaños de Anne se acercaba con millones de preparativos y empleados nuevos solamente para esa noche. Estaban invitados gente de todo el continente, empresarios o simplemente amigos íntimos que tendrían tanto dinero en las cuentas bancarias como para pagar la mansión entera y no enterarse de las pérdidas. 

Era una locura. Todos estaban locos ahí. Había demasiado trabajo por hacer, demasiadas cosas que organizar sin la presencia de la máxima anfitriona, que no dudaba en despertarse tarde y tardar más de una hora en desayunar, prohibiendo que todo el mundo pensara en molestar. Todo ese trabajo y estrés caía en Harry. Un Harry que contaba las horas para que todo eso pasara rápido y nadie pudiera molestarlo un poco más.

Aunque con Harry era diferente. Él era diferente. Tenía el don de la ignorancia. Le daba absolutamente igual como estuviera la casa, a él no se le ocurrió otra cosa que salir de compras conmigo. 

-Necesitaba relajarme. 

-No puedes dejar tus responsabilidades y decidir ir de compras sin más, tu madre te matará- Dije agarrando una chaqueta y mirándola con fijación, extendiéndosela después a él para seguir caminando entre estantes. 

-Si realmente quiere que la fiesta sea un éxito tendrá que poner de su parte. Ya verás que cuando le digan que no estoy se despertará antes. 

-Es la cumpleañera, puede hacer lo que quiera. 

-No puede hacer lo que quiera con tantas… Esa chaqueta es horrible ni se te ocurra- Dijo mientras yo la dejaba de nuevo soltando una pequeña carcajada- Con tantas responsabilidades. 

-Es la que paga Harry, puede hacer lo que quiera. 

Él se quedó callado mientras yo agarraba otra chaqueta y se la enseñaba hasta que me dió su aprobación, sujetándola como con las demás. 

-Ya llevas suficientes- Dije dándole un rápido repaso a la tienda, comprobando que habíamos pasado por todo ya. 

-Vale acompáñame. 

Me giré a seguirlo viendo como su brazo no se veía debido a la cantidad de ropa que llevaba ahí. 

Me había dicho que quería mi opinión en todo eso, quería que yo eligiera la chaqueta. Era extraño ya que él ya tenía su ropa para la fiesta pero decidí hacerle caso sin rechistar. 

Él comenzó a hablar con una mujer, al parecer trabajaba en esa tienda y conocía a Harry de otras veces que había comprado ahí. Nos pasó a una especie de probador más ancho, con muchos espejos y a toques oscuros incluido el suelo. 

Había una puerta que indicaba el almacén y justo en el centro de la sala, había una pequeña plataforma redonda donde te podías subir para verte mejor. 

Harry dejó las cosas en perchas y le agradeció a la chica, que no dudó en dejarnos solos y en insistir en que le llamáramos si teníamos alguna duda o necesitábamos algo. 

Me senté en una silla pequeña y algo incómoda, la luz tenue cayendo sobre nosotros y mi imagen de lleno en la mayoría de cristales. 

Harry suspiró profundo acercándose a mí con algo de nerviosismo, pensando mentalmente sus palabras antes de soltarlas por su boca. 

-Louis- Dijo al fin levantando la mirada hacia mí con una sonrisa que me sorprendió- Las chaquetas son para tí. 

Chasquee la lengua bajando la cabeza, acariciando mis sienes y volviendo a subirla después. 

Una orden || Larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora