Capítulo II

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-¡Erika!-

Oi que una voz dulce pero un poco aguda me llamaba, conocía esa voz a la perfección... Nora.

-¡Hey! Tierra llamando a Erika, ¡sigue! Me estabas contando lo de tu padre, por algo me has hecho salir de la cama para venir. -Dijo la pelirroja con tono sarcástico.

Se notaba que lo que decía era cierto, lo contrario a lo que yo recordaba. El precioso pelo de la pelirroja estaba recogido en una coleta casi deshecha, y llevaba unas simples mayas con una sudadera, normalmente se solía arreglar mucho para salir, pero solo le había dado 10 minutos para venir y seguramente había bajado corriendo.

-Si, claro... ¿por donde hiba?-Dije un poco pérdida.

-Tu padre te pillo contando algo a la pequeñaja, ¿no?-

-Ya... mmm... Estaba contándole las leyendas de mi madre- Empecé hablando poco a poco todavía distraída, y poco a poco me fui concentrando en lo que estaba diciendo- No se como, pero me oyó y me pidió que bajara, volvió a decirme que no tenía que contarle esas historias,no quiere otra hija "desobediente". ¡Mi madre me contaba esas historias por algo y estoy segura de que ella le hubiera contado esas leyendas a Alba!- El enfado empezaba a crecer en mi recordando las prohibiciones de mi padre , respecto a todo lo que mi madre una vez me contó.

-¡¿Desobediente?! ¡Eres la hija perfecta!, Cuidas a tu hermana, cuando el que debería hacerlo es él- En pocos segundos Nora paso de la incredulidad al enfado- ¡Esa niña también a perdido a su madre y tan solo tiene 4 años!-

-Lo se mejor que nadie Nora, creo que ha eso no se refería, puede-

Me paré de golpe, detrás de Nora había dos... ¿personas?, no lo parecía, pues de sus espaldas salían... Alas. El hombre tenía unas alas del color del carbón, de ellas emanaba un aura de muerte, caos, peligro, dolor... corrupción. Las alas de la mujer eran blancas como la luz, de ellas emanaba todo lo contrario a las de su acompañante, era un aura de vida, seguridad, tranquilidad, inocencia... pureza. Su rostro reflejaba una mezcla de cariño y preocupación. El rostro del hombre reflejaba seguridad en si mismo y maldad. Me levanté de un salto para alcanzarlos, pero en el momento en el que mi mano fue a tocarlos desaparecieron. Pasaron flashes por mi mente, días en los que mi madre describía las apariencias de los Ángeles y los Demonios que aparecían en las leyendas, empezaba a pensar que no eran simples leyendas, todo comenzaba a ser extraño. Minutos antes pensaba que un hombre me había amenazado y me había paralizado, ¿podría haber ocurrido de verdad?

-Nora, ¿podemos irnos?- Dije mientras me empecé a dirigir hacia su casa sin esperar una respuesta y segundos después note como mi amiga me seguía mirándome fijamente.

-Fight of wings-Where stories live. Discover now