Prefacio

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Hace muchos años ya, mucho antes de nacer yo, la población mundial tembló y se vio sumida en la más profunda oscuridad. Nada ni nadie podía iluminarlos, ayudarles a escapar de la barbarie y la masacre jamás vista por la historia; ni en los años de Dios se vio nada igual. La realidad había sobrepasado toda ficción. Ninguna plegaria fue escuchada, y Dios dejó de ser Dios para convertirse en nada.

Se la llamó: Guerra de la Cacería.
Fue la época más oscura, sangrienta y la experiencia con que la humanidad aprendió que ciertas cosas no deben ni pueden ser tocadas por las manos de simples mortales. El hombre no debió jugar a ser lo que no era. Jugar a ser Dios alteró todo futuro sin darnos cuenta.
Sin darnos cuenta, nos arrebató lo más importante: la vida en sí.

Se decía que quien creó a los «cazadores», alguna vez fue un joven entusiasta buscador de soluciones a causas que parecían perdidas. Vino de una familia de científicos, ingenieros genéticos ambos padres; desarrolló la pasión por la erradicación de defectos hereditarios, estudió y sirvió para bien lo aprendido. Los Hiringger, tenían una importante y reconocida corporación de tecnogenética, ésta se dedicaba a buscar la cura a males irremediables como el cáncer, a través del uso de la tecnología nano, mejor conocida como genenanotecnología; tecnología desarrollada para y exclusivamente el tratamiento de defectos genéticos. Era la versión mejorada de los viejos nanogenes; los genenanos, incluso, eran más veloces por su particular forma que le permitía adherirse, registrar el defecto, multiplicarse a sí mismo y así atacar la estructura dañada. Este nuevo avance reemplazó parte de las terapias para el cáncer; incluso superó los resultados positivos de los alquilantes. Eran realmente impresionantes.

Algo no salió como esperaba y el buen hombre, hijo de los Hiringger, perdió la cabeza.
La búsqueda de la fórmula perfecta para la imperfección fue su ruina.

Mi madre decía que la aparición de un nuevo tipo de cáncer fue su tortura: el Cáncer Medular Selectivo. Mejor conocido como el Destructor de Órganos.

Unos pocos eran capaces de desarrollar este mal terrible, pero esos pocos tuvieron hijos y nietos, y así se multiplicaron las cuidadas cifras a una cantidad imposible de parar. No había forma de erradicarlo de ahí en más.

La cura, era temporal.
El Destructor de Órganos no seguía un patrón fijo, no se contagiaba, ni ramificaba, no se encapsulaba. Las quimioterapias le hacían cosquillas; evolucionaba por sí mismo con cada parte que tocaba; era veloz, impaciente y acababa al afectado en cuestión de meses, cuando ya no había órganos que extirpar, ni reemplazar. La esperanza de vida de quien lo tuviera no superaban los tres años —si se lograba tratar a tiempo, lo que no pasaba muy a menudo—, quienes lo superaban eran verdaderos milagros andantes.
Para que puedan darse una idea de lo terrible que era el CMS; el virus del ébola, el VIH y la tuberculosis eran más benévolas que padecerlo. Cualquiera prefería morir a tener que sufrirlo en carne propia tal calvario que terminaba en el mismo final: la muerte.

Este mal empezó en 2030 y en tan sólo un año acabó con 6 millones de personas. Nerea Boyer de Hiringger, la madre de John Hiringger, murió en 2053 a causa de este cáncer que la consumió en tres años. Eso fue suficiente para detonar la locura del hombre y creó a los Nhereos.

Pasó de diseñar la cura a destruir el mundo, diezmarlo.

John Hiringger, de 36 años había conseguido poner a la raza humana de rodillas. Derribó toda fuerza política, monarquía y lo que pusieran frente a él, nada lo detenía. Aquel osado que intentara tocarlo, moría en manos de un Nhereo.
La guerra dio a Hiringger nuevos soldados, dio miles de niños que entrenaría a fin de convertirlos en más cazadores; los encerró en centros, ex filiales pertenecientes a Hiringger TechnoGen que convirtió en campos de concentración y los llamó Criaderos, borró hasta el último recuerdo de sus cabezas, e inició una nueva era.

La Era de los Niños de plástico.

NHEREOS: Nacer para Sobrevivir © [NHEREOS #1] [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora