Capítulo 13

15 2 0
                                    

JUNIO

Los días pasaban lentos, cumpliéndose un mes exacto de la muerte de Pentagon y el escape de Gary del Criadero.
Sparagon yacía echado en la compuerta que protegía el refugio de los parámicos, se movía tenuemente cada vez que exhalaba, pues el aire liberado chocaba contra el metal. Levi lo olvidaba por completo —la costumbre de no tener una mascota dando vueltas—, dando sobresaltos en lo que reparaba algunos objetos eléctricos de hace unas cuantas décadas atrás. Bufaba al recordar que ahora convivían con una mascota que podría hacerlos pedazos de una sola estampida.

—¡Buller! —exclamó Gray aplaudiendo una vez, llevaba una bolsa oscura en una mano. El hombre por poco dejó caer los circuitos de una portátil, oyó lloriquear al animal al otro lado—. ¿Dónde está mi grandote escamoso? —Miró a Landstrom—. ¿Puedo dejarlo entrar un rato?

—¡Por supuesto que no! —retó—. ¿Quieres destruir lo poco que tenemos?

—Qué aburrido eres —bufó yendo a la entrada, la hizo a un lado para salir y volvió a cerrar—. Tengo algo para ti... ¡Ratas y cucarachas! —susurró colocándose guantes de látex hartos del uso. Metió la mano en la bolsa y sacó tres ratas muertas, Buller movía feliz su cola con espinas—. Todas tuyas —las dejó en el suelo y las comió de un solo bocado—. Gracias a Dios comes estas porquerías.

—¿Lo alimentaste? —protestó Gary llegando con dos enormes bolsones de comida bajo la lluvia que empezaba a caer. Su hermano asintió—. Le di tres enormes antes de salir, Gray.

—No lo sabía —imitó poniendo los brazos como jarrón—. ¡Somos gemelos pero no lo sé todo!

El mayor negaba desaprobante dejando pasar a los demás. Le entregó las bolsas a dos y se quedó afuera con Gray.
Gary en la primera semana había hecho un cambio radical en su vida; desde la apariencia hasta su forma de pensar. Ya no usaba el cabello lacio como su gemelo, sino que de a poco iba armándose rastas que empezaban a llegarle a la cintura. Gray también aunque las de él serían oscuras y apenas más cortas.

Querían lucir parecidos mas no idénticos —porque era imposible—, para evitar confusiones entre los demás refugiados ya que los llamaban al revés.
También había perdido algo de peso, vestía ropas más normales y colaboraba con la gente a la hora de buscar alimentos o en cada operativo que el Criadero realizaba.

—¿Novedades en tu antiguo hogar? —preguntó refugiándose en una suerte de techo hecho de chapas de manera improvisada para Buller. El animal se acostó a sus espaldas, sirviéndoles de respaldo.

—Sigue igual —suspiró secándose el sudor del rostro con el dorso de una mano—: una maldita y desgraciada mierda. El alimento empieza a escasear... casi no botan restos. Conseguimos cinco y medio —su hermano negaba—. Esto es cada vez peor, Gray. No sé cuánto tiempo más puedan sobrevivir.

—Debes informarle a Levi, él sabrá qué hacer —aconsejó el menor acariciando el costado de Buller.

—¿Quieres entrenar?

—Acepto tu invitación.

Buller ladeaba la cabeza junto con su lengua al borde de la boca. Los gemelos estaban bajo la intensa lluvia, sólo con sus pantalones puestos.
Gray inició la fingida pelea buscando darle en la cabeza con una patada que Gary detuvo gracias al antebrazo, lo giró con mover la mano sobre la pantorrilla. Gray cayó y de otra patada en los tobillos por poco tira a su gemelo, pero éste fue rápido en reflejos, se detuvo poniendo los brazos en tierra para impulsarse hacia arriba.
El menor tomó una vara que encontró, intentando tocar a Gary, de no ser porque era más ligero y entrenado que su hermano, lo habría derribado sin problemas.
Lanzó el objeto a modo de lanza, el otro cambió el sentido rozándolo con la palma. Dio en la cabeza de Buller, el animal se sacudió ligeramente y siguió en lo suyo.

NHEREOS: Nacer para Sobrevivir © [NHEREOS #1] [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora