Capítulo XVII

20.4K 1.5K 1.3K
                                    

**MARCHETTI'S CLASSICS PLAYLIST: More Than Words - Extreme

~*~

—Hola, Camila—dice una voz inconfundible desde la puerta haciendo que Camila deje de observar su libro y alce la mirada para encontrarse con Hayden.

—Buenas tardes, Hayden—le dice con su expresión seria y profesional—. ¿En qué puedo ayudarte?

—Mucha formalidad entre nosotras, Camila—Hayden cierra la puerta provocando que Camila haga una mueca de disgusto y vuelva a su libro—. No creo que tenga que ser de ese modo.

—La formalidad es importante con los colegas de trabajo—la risa de Hayden llena el consultorio mientras se sienta en una silla frente al escritorio de Camila. Esa mañana usa un vestido negro con unos toques rojos que se acentúan a su figura, y se ve bien, Camila debe admitir.

—No conozco muchos colegas que conozcan el "Punto G" del otro—los ojos de Camila se alzan con sorpresa ante sus palabras—. Recuerdo hace algún tiempo cuando esta oficina la usábamos para muchas cosas más que escuchar las observaciones de tu trabajo de residente.

—No creo que esta sea una conversación adecuada entre nosotras Hayden. Tengo mi examen final en unos días y este es el único momento en que puedo usar los libros de la biblioteca aquí en el hospital—sus ojos se alzan con un deje de molestia escrita en ellos.

—Escuché que finalmente dejarás emergencia para trabajar en nuestra área. Es irónico como de nuevo parece que seré tu jefa—Camila respira hondo conteniendo sus palabras—. Pero eres una estudiante modelo y me alegra tenerte en cirugía.

—Gracias—fue la palabra seca de Camila y Hayden sonrió poniéndose de pie para sentarse a un lado del escritorio.

—Cuando usas el pelo en ondas y suelto algo pasa dentro de mí, ¿sabes? —se muerde su labio inferior—. Recuerdo cuantas veces lo vi entre mis piernas.

—Creo que lo mejor será que vaya a hacer mis rondas—Camila se pone de pie indignada—. Te he escuchado decir muchas tonterías, Hayden. Pero sin duda esta supera todo—Camila toma el libro y camina hacia la puerta.

—¿Es por ella? —Camila se detiene antes de abrir la puerta y se gira para ver a Hayden que sonríe—. ¿Te enamoraste? Creo que es muy galante llegar a traerla a su trabajo y todo eso.

—Tú...—Hayden alza una mano cortando las palabras de Camila.

—Antes de que me acuses de que te estoy siguiendo como ex novia psicópata, te aclaro que no es así. Su restaurante está en una zona comercial. Yo estaba en el club al otro lado de la calle que suelo frecuentar con Samantha y Jennifer, mis amigas de universidad—Camila respira hondo observándola con molestia—. Fue todo casualidad, pero me ayudó a recordar algo. Su apellido me era conocido cuando me lo mencionó la noche en que coincidimos, pero no solo es el restaurante. Hace un año ella y su familia estuvieron aquí y yo tuve que darles la noticia de la muerte de un paciente.

—Que buena memoria—murmura Camila entre dientes.

—Lo recuerdo porque las enfermeras pasaron semanas hablando de la trágica historia de amor de un anillo de matrimonio que encontraron en el paciente fallecido un día antes de noche buena, y ahora investigué un poco—Camila siente el nudo empezar a formarse en su garganta, pero mantiene la calma—. Caleb Evans, amputación de miembros inferiores, laceración de la medula espinal y fractura de cráneo. Pero no termina allí...—la ve a los ojos fijamente, pero Camila la interrumpe.

—Solo di lo que tengas que decir rápido, Hayden—lo que hizo Hayden fue moverse hasta quedar frente a Camila—. Mejor dicho, te lo haré más fácil, la doctora que lo atendió fui yo.

The GuardianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora