Capítulo 1: El Comienzo part.1

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"Ey, ¿qué es eso?"

Kageyama Tobio, segundo grado, rebusca dentro de la gran caja de juguetes que está en el patio. Forzado a pararse sobre las puntas de sus pies, porque no era lo suficientemente alto, intenta alcanzar el fondo del cajón, su oscuro pelo cayendo sobre sus ojos. Frunce el ceño tratando de alcanzarla, deseando que sus brazos fueran más largos. Su familia que estaba dentro de la casa, tomando té y hablando de cosas que a él le aburrían, mandaron a los niños, él y su prima, a jugar afuera.

"¿Qué cosa?", Mikaela Kaisha, una niña que luce idéntica a Kageyama, se inclina junto a él. Con sus cabellos negros y sus ojos azules, lucen como si fueran mellizos. Sin embargo, ellos solo eran primos. Muy cercanos, pero aun así primos.

Kageyama saca una pelota tan grande como su cabeza. Era negra, amarilla y blanca, suave al tocar.

"¡Una pelota de volei!" exclama emocionada, Mikaela, sus ojos brillando. "Es de Papa. Él dice que lo solía jugar".

"¿Cómo lo juegas?" Kageyama pregunta, sus ojos observando la pelota con sospecha, como su le fueran a salir brazos y piernas. "Es solo una pelota".

Su prima frunce el ceño. "No lo sé. Papa no me dijo mucho, pero me mostró como golpearla. ¿Quieres intentar?"

Con los ojos bien abiertos, Kageyama asiente. "Claro. ¿Cómo se golpea?"

"¡Algo así!" exclama ella emocionada, haciendo un triángulo con sus manos. "Él me dijo que haces un triángulo con tus manos, y cuando la pelota viene hacia ti, lo empujas con las puntas de tus dedos. Y no puedes doblar mucho los codos."

"Déjame intentar" dice él, sonriendo. Mikaela lo tira alto, y cuando la pelota cae, pasa por el triángulo que hizo Kageyama con sus manos y lo golpea en la cara.

Mikaela Kaisha ríe a carcajadas, cayendo en el pasto, riendo tan fuerte que su estómago empieza a doler. Kageyama frunce enojado y pisotea. "Esa fue mi primera vez", patea el pasto con sus zapatos. "¡No te rías!". Pero era imposible no reírse. Mikaela inhala fuerte y se para, sonriendo.

"Lo siento", ella saca una pequeña risita.

"Otra vez", ordena él.

Y así es como todo empieza.



Mikaela empezó a esperar con ansias las veces que la familia de Kageyama y la suya se juntaran para una visita familiar. Como una o dos veces al mes. En lugar de estar aburrida como lo estaba antes, ahora espera con jugar con su silencioso primo. Ella y Kageyama toman la pelota de volei de su padre y juegan afuera con ella todo el tiempo. Pero ahora ambos ya poseen una, y solo practican golpeándolo de aquí para allá.

El padre de Mikaela percibe el interés de ambos, y un día, los lleva a ver un partido de voleibol. Ambos niños miraban con absoluto interés cómo la pelota iba por todos lados, de izquierda a derecha, arriba y abajo. Tres toques antes de ir al otro lado de la red. Saque. Ataque. Todo. Los jugadores eran de la escuela secundaria, pero para Kageyama y Mikaela, ellos eran grandes y muy geniales.

Luego vino el tercer grado.

Después de ver el partido, ellos seguían practicando juntos, y en la escuela también. Había un club para jóvenes aprendices de voleibol, porque ellos aún eran muy jóvenes para estar en un equipo. Aprendieron cómo sacar desde abajo, a trabajar con otras personas en la cancha y hacer pases.

Un año más tarde, Kageyama toma un gusto a la posición de levantador. Los pases que por primera vez había probado hace tiempo atrás, ya casi lo domina. Mikaela hace el pase y él lo levanta para que Mikaela pudiera pegarla. Pegar la pelota era lo que ella amaba, la forma en la que la pelota cae directamente y golpea el suelo. El poder que siente al ver la pelota golpear el suelo.

How to fly with clipped wings (Versión Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora