《 ¿qué, una señal para besarme? 》

1K 53 11
                                    

Remus, en algún momento de la fiesta, con más copas de la cuenta, vestido de

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Remus, en algún momento de la fiesta, con más copas de la cuenta, vestido de... lo que quiera que sea. fiesta de gryffindor, 1973.

Las navidades de 1973;

Era un nuevo día en el que Hogwarts amanecía con sus terrenos nevados llenando la copa de los árboles de copos de nieve, congelando las aguas del lago negro, y haciendo que sus alumnos quisieran quedarse en cama todo el día.

Una pelirroja quería quedarse en cama todo el día. No por el hecho de poder descansar, pues ya había tenido suficiente descanso en la enfermería la semana pasada, si no por el hecho de que se estaba tan cómodo entre las mantas y sábanas que no le apetecía en absoluto levantarse. Además, era Sábado ¿porque iba a trner que que levantarse temprano?

— ¡Oh, joder! Hoy hay partido —gritó James al despertarse cayendo al suelo en el momento. — Perfecto, necesitaba despertarme de alguna manera y ya estoy listo. ¡En marcha!

Peter murmuró algo entre sueños sobre un calamar y dejó caer la almohada al suelo sin prestar atención a todos los movimientos de su amigo. — Creo que Pet se nos unirá más tarde —comentó James burlón.

— Yo también, estoy teniendo un sueño muy agradable —repuso el pelinegro con una sonrisa coqueta.

— ¿quién es la desafortunada? — preguntó Malia desde la cama de Remus. Sí, todo arreglado.

Los merodeadores habían pasado toda la noche después de saber que Malia y Remus se habian reconciliado hablando entre ellos, acerca del P.P.P. como lo había bautizado James, pequeño problema peludo, de Remus. Aunque ninguno de los merodeadores le dijo que pretendían ayudarlo en sus lunas llenas, todo había vuelto a la normalidad, la confianza, ningún secreto...

— Bueno pues estaba soñando con una rubia pero al verte con ese pijama creo que he cambiado de chica en el sueño — coqueteó el pelinegro.

— Sirius —le regañó Remus cubriendo a Malia con las mantas.

Este alzó las manos inocentemente. — A mi no me mires, es ella la que en pleno diciembre va en tirantas y shorts, los cuáles te sientan muy bien por cierto.

Malia rodó los ojos y se giró para observar a Remus. — Al menos tú tienes la mente fuera de pecado.

James, que acababa de salir de la ducha, al escuchar el comentario estalló en carcajadas con Sirius mientras Remus se ponía rojo.

— ¿qué tiene tanta gracia? —preguntó Malia perdida.

— Que creas que Remus no es un pervertido. Vamos Maly, aquí ninguno se salva —contestó James. — nisiquiera el bueno de Peter.

《LA PRIMERA PELIRROJA》JAMES POTTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora