Silhouette [1] ➳ Fred Weasley

ii. xii

❝It's just a friend.❞

El día siguiente al baile llegó con total normalidad para unos, pero para Nina era completamente diferente, su cabeza dolía por haberse quedado llorando en brazos de Caitlin y Eva, ninguna de ellas dijo algo con respecto a lo sucedido en la noche, y con el mayor silencio salieron de la habitación dejándola dormir.

Caitlin se sentía molesta, quería golpear al pelirrojo tal y como su hermano se lo enseñó por si alguien se metía con ella, pero no quería tener problemas y Eva se lo impidió pues a diferencia de la otra, ella era fiel creyente que aquellos actos se devolvían, aún que muy en el fondo ella tampoco quería esperar a que el karma lo golpeara.

Un suspiro de molestia salió de entre los labios de ambas chicas cuando vieron a Angelina Johnson pasar frente a ellas juntos a sus amigas riéndose.

— Déjame golpearla, por favor. —susurró la rubia.

— No es su culpa, tendrás un castigo y... ¿Qué le está pasando? —preguntó Eva al ver como Ezra McGrath pasaba frente a ellas dando pasos largos y notablemente molestó.

— Por Merlín. —susurró Caitlin a su lado siguiendo a duras penas al Slytherin, pues la rapidez con la que caminaba le era complicado seguirle el paso.

Caitlin no necesitaba preguntarle que sucedía pues cuando Luca apareció para detener a su amigo supo que pasaba, por supuesto que él no pudo detenerlo pues se liberó de su agarre y encaró al pelirrojo a unos metros. La varita de Ezra se alzó frente al rostro de Fred Weasley, las exclamaciones de sorpresa ante la acción llegaron rápidamente, así como los murmullos.

— ¡Haz algo! —exclamó Caitlin hacia Luca al ver que Fred no puso ninguna resistencia o mucho menos intentaba defenderse.

— Ezra, esa no es la manera.

— ¿La manera? —preguntó— Debías ver las lágrimas que caían de sus ojos, ¿Sabías que su sueño era tener un baile así? —cuestionó Ezra sin despegar la mirada de Fred— Estaba tan feliz por el aun cuando no lo quería hacerlo ver, se lo arruinaste. —la varita brilló lentamente cuando tocó el cuello del contrario.

— ¡Ezra! —chilló Caitlin— No puedes usar magia para lastimarlo.

La luz que desprendía se apagó, así como los murmullos, todo fue silencioso, una sonrisa de lado se dibujó en el rostro del Slytherin, la compostura y razón regresó a él.

— Tienes razón. —susurró bajando la varita y alzando su puño para poner un golpe en el pálido rostro del pelirrojo.

─ ✦ ─

Las imágenes de una pared cayendo, el sonido de explosiones y un grito lejano interrumpieron el sueño de Nina. Al abrir sus ojos las voces seguían hablando con fuerza y el dolor de cabeza crecía a medida que aumentaban la fuerza, le gritaban advertencias que no llegaba a distinguir.

Sus manos se aferraron con fuerza a las sábanas de su cama, el sonido de algo rompiéndose en el fondo la hicieron estremecerse, se estaba saliendo de control y no sabía qué hacer, se levantó lentamente de la cama y caminó hacia la salida en busca de un poco de aire, necesitaba despejar su mente antes de que las imágenes comenzarán a mostrarse otra vez.

Las piernas temblorosas de Nina se movían con lentitud por los pasillos del colegio, algunos ojos curiosos la seguían, pero ella no los sentía importantes, no hasta que se dio cuenta como se dirigía hacia el gran comedor.

La mirada azulada de Caitlin Grant se posó en la figura de la recién llegada, podía notar como no se encontraba bien y eso llamó la atención del francés frente a ella quien se levantó para ir a su encuentro, pero en lugar de eso uno de los estudiantes de Slytherin se adelantó para tomarla en sus brazos.

Los gritos en la cabeza de Nina se detuvieron cuando sintió el calor que desprendía Ezra, sus manos se aferraron al suéter que usaba, necesitaba sentirlo para saber qué era real y no una especie de broma o visión de su cabeza.

— Eres tú. —susurró.

— Todo va a estar bien. —murmuró tomando de su fría mano— ¿Qué pasó?

— Una pesadilla. —mintió alejándose lentamente de su abrazo para ver detrás suyo a Francis y Aurore.

— ¿Quieres que...? —empezó a decir Francis con la intención de escribirle a su madre, pero ella negó con la cabeza.

— No, yo lo haré. —interrumpió con una sonrisa en su rostro, sonrisa que a ninguno de los tres convenció.

A unos pasos del cuarteto se encontraba Caitlin siendo detenida por George, quién con sus brazos cruzados sobre su pecho intentaba sacar información de lo que sucedía.

— ¿Acaso tú estúpida copia no te lo dijo? —inquirió con molestia.

— Por eso estoy aquí. —respondió— ¿Desde cuándo hay dos bandos?

— Desde que tú hermano decidió besar a Angelina.

— ¿Qué? ¿Cómo es que...?

— Nina los vio, desapareció de un momento a otro del baile y no pudimos encontrarla, cuando lo hicimos nos los dijo. —contestó— Estuvo toda la noche llorando hasta que se quedó dormida.

— Por eso Ezra lo golpeó. —ella asintió— También voy a golpearlo.

— Si lo haces me invitas. —murmuró para enfocarse en su amiga a unos pasos y ver cómo se iba del Gran Comedor, pero no era la única que había concentrado su atención en ella, pues Fred Weasley también pudo ver como se alejaba lentamente de aquel lugar bajo el cuidado de Ezra, dejándolo con un nudo en su garganta.

─ ✦ ─

[...] Harry me dio tu dirección, no te molestes con él, lo amenace con lanzarlo al lago negro si no lo hacía.

¿Cómo estás? Tu única y última carta fue suficiente para saber qué estabas a salvo, pero necesito un informe mensual de ahora en adelante, prometo guardarte galletas y dártelas cuando te vuelva a ver, si alguna vez lo hago.

Sé que mi carta podrá llegar de sorpresa, pero fuiste un gran oyente el año pasado, quería desahogarme y no sabía a quién recurrir hasta que pensé en ti. Remus dijo que en tu época en Hogwarts fuiste un rompe corazones, siento que no es lo más lógico hablar de un corazón roto a alguien quién rompió otros, pero aquí voy a hablarte de cómo llegue a sentir algo por quién no tenía que hacerlo.

Por un solo momento pensé que era un sentimiento pasajero, pero luego de varios días y semanas entendí que no era así, también por un momento pensé que podía a llegar a sentirse igual, comprendí que no de una manera que no debería, va a ser un proceso largo el volver a verlo como lo hacía cuando lo conocí, pero lo haré pasaré días repitiéndome que solo es un amigo hasta que lo vuelva a creer.

No espero una contestación, solo quería ser escuchada.
Mantente sano pulgoso.

Nina.