I

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La pequeña habitación apenas era iluminada por los tenues rayos de sol que ingresaban a través de la cortina, la oscuridad de esta era remplazada mientras los segundos avanzaban hasta dejar ver cada detalle existente dentro de está junto el cuerpo masculino que descansaba sobre el futon después de una larga semana.

Una alarma comenzo a resonar dentro del lugar provocando un eco molesto que no parecía detenerse hasta que despertará pero no se trataba de un reloj más bien era un teléfono de alguien que marcaba con insistencia buscando al detective.

Dazai con completo desánimo tomó el móvil entre sus manos pero no se molesto en responder a su compañero actual, sabía que el rubio de lentes se enfadaria con él por ignorar sus deberes y aún así prefirió esperar a que dejara un simple mensaje con sus reclamos como lo eran todos los días.

Y así sucedió pero también fue diferente

Kunikida:

Tenemos trabajo y
es necesario te presentes
es importante

No hubieron reclamos, amenazas o palabras altisonantes y eso se había vuelto normal en tan solo pocos días, no hubieron más mensajes después de ese o llamadas insistentes, pues a pesar de todo le tenían cierta consideración por lo que acababa de ocurrir

- importante... tch - nuevamente leyó el mensaje repitiendo dentro de su mente la cantidad de veces que utilizó esa palabra en una discusión - Chuuya era importante- llevo su diestra sobre su frente cubriendo su rostro con una falsa intención de calmar la tormenta de sentimientos que lo azotaban, les daría el beneficio de la duda de creer que aquello tan importante de lo que querían hablar fuese el pelirrojo que tanto amaba y por ende no se negaría a dar acto de presencia.

Y con eso en mente solo se dio una larga ducha para arreglarse y poder partir.

Prefirió caminar que buscar un auto que lo llevará observando a su alrededor con atención, las personas recorrían las calles a sus trabajos, las madres llevaban a sus hijos sin preocupaciones más de lo que harían ese día, les tenía tanta envidia.

Llegó al edificio de la agencia y entró, saludo pero sin la típica expresión burlesca que lo caracterizaba dirigiéndose a su escritorio para comenzar a trabajar

- llegaste, el director te espera- el rubio revisando los últimos documentos que redactaba lo que ocurrió entregados por la mafia Portuaria

- bien... - un largo suspiro escapo de su boca bajando la fotografía que conservaba cerca de su computadora, la única que podía presumir de quien fue su pareja y ahora no tenía nada.

Siguió los pasos del más alto sin embargo una pequeña figura que caminaba con la cabeza abajo llamó su atención, un niño no mayor de seis años abrazaba un oso de felpa con una expresión de tristeza

"El caso era él" pensó, debía investigar de sus padres o a sus padres quienes pudieron hacerle algo, podía ser cualquier cosa pero sin duda ese menor solo era una víctima.

Las cosas solo podían empeorar con esa inesperada reunión

- Dazai kun finalmente apareces, comenzaba a preocuparme que no lo hicieras - un hombre de cabellos azabache ya se encontraba en el lugar, sonreía con tranquilidad e incluso alivio de que se presentará

- ahora me arrepiento, pero si esta aquí Mori sensei es porque sabe algo de Chuuya- se sento donde le correspondía dando toda su atención al líder de la mafia, solo necesitaba su respuesta, un simple si y que le dijeran que estaba a salvo, con vida, pero eso estaba lejos de suceder

- me temo que no, hemos cancelado la búsqueda pues no hay manera de que haya sobrevivido a eso- bajo la mirada con pesar, perder un miembro importante de la organización era algo difícil de aceptar pero la vida continuaba y debía preocuparse por quienes seguían con vida

Un Nuevo Comienzo [Soukoku]Where stories live. Discover now