¿Por qué?

2.3K 109 29
                                    

Marcela llega a su apartamento, Patricia no estaba, perfecto porque lo único que quería era estar sola, pensar en lo que acababa de hacer, ella sinceramente no quería destruir el matrimonio de Beatriz con Armando, de verdad Armando ya había muerto para ella, no le afectaba más, ella ya había aceptado que había perdido hace mucho pero Armando decidió volver a jugar con ella, volver a humillarla y lamentablemente no sólo iba salir afectado él, si no que todos a su alrededor, como siempre... pero esta vez ella ya no iba a proteger a nadie más que a si misma, al pensar de esta manera se tranquilizó, a pesar de que respetaba a Beatriz, ellas no eran amigas y jamás iban a serlo, puede que sintiera empatía por su situación porque prácticamente era la misma por la que Marcela había pasado, pero ya ahí no había nada que hacer, pensar en ella misma era algo que había puesto en practica últimamente y le había resultado bastante bien, pensar en ella misma era algo que jamás hizo en el pasado y esto casi la destruye... suena el intercomunicador e interrumpe los pensamientos de Marcela, esperando que fuera Patricia se levantó del sofá y arrastró los pies para atender

-Sí diga? -Marcela, podríamos hablar, por favor? -La voz de Roberto Mendoza retumbó en los oídos de Marcela, Marcela cierra la ojos y respira profundo, lo menos que quería en ese momento era hablar con Roberto, pero al mismo tiempo era el único de los Mendoza por quien sentía un gran respeto y aprecio, no podía decirle que no -Sí, claro -suelta Marcela un poco nerviosa, espera a Roberto frente al ascensor, finalmente el ascensor se abre, y este hombre sabio a quien Marcela veía como un padre tenía una cara de profunda decepción y tristeza, Marcela lo conocía muy bien para no notarlo y se le hizo un nudo en la garganta, estaba rogando que aquella cara no se debiera a lo que ella acababa de hacer, por mucho que quería alejarse de los Mendoza, decepcionar a Roberto no era parte del plan

-Hola, Marcela -Hola -respondió Marcela quien no se atrevió a saludarlo con un beso en la mejilla como siempre -Adelante, quieres algo de tomar?

-Roberto niega con la cabeza -Muchas gracias, pero estoy bien -Roberto se acerca a Marcela y toma sus manos -Cómo estas? -Algo tan simple como un como estas pero dicho por Roberto, con tanto interés y con tanta honestidad hizo que el nudo en la garganta creciera aún más, él estaba allí, preocupado por como estaba Marcela y de pronto ella pensó que esto era lo más cercano a su papá, a quien ella extrañaba a diario desde que había muerto, pero Roberto había logrado ser su digno representante, en otras circunstancias y si otra persona le hubiese hecho aquella pregunta ella habría respondido que estaba bien, pero a Roberto... no podía mentirle, sería inútil porque él no se iba a tragar el cuento y por respeto a su persona

-No, no estoy bien -respondió Marcela, Roberto le dio un beso en la frente, mirándola como un padre mira a una hija y luego la abrazó, Marcela estaba luchando para no llorar, pero le fue imposible, ella se aferró a Roberto y se recostó en su hombro, eran pocos los momentos emotivos que ella había tenido con él a lo largo de su vida, pero eran muy significantes, recordó haber llorado con él de la misma manera cuando le anunciaron la muerte de sus padres, recordó haber llorado cuando Roberto le pidió que no renunciara a Ecomoda, muy pocos momentos pero sagrados en la vida de Marcela.

-Lo siento muchísimo, Marcela -susurró Roberto -siento mucho todo lo que mi hijo te ha hecho pasar

Marcela se limpió las lágrimas y le dio la espalda a Roberto -Tu no tienes por qué disculparte por nada de eso, Roberto... no es tu culpa, fue Armando, no tu

-Te equivocas, Marcela, indistintamente de esas acciones cometidas por Armando, yo te sometí a ellas, yo apoyé la relación entre ustedes dos, justifiqué a Armando muchas veces, ingenuamente creí que de alguna manera él podía cambiar estando contigo y ayudé a forzar ese matrimonio que jamás debió planearse

-Roberto, Armando y yo somos adultos, lo éramos también en ese entonces, todas esas decisiones fueron tomadas por mi, tu no justificabas o permitías... la que hice todo eso fui yo

DespuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora