SHE IS MINE ✅

C A P Í T U L O 22

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—Así que ahora estamos solos... —Dice Aritz. —No sabia que te gustaba Green Day.

—No me conoces Aritz. —le repito lo que le dije en la hora del patio.

—Pues ahora que estamos solo podemos aprovechar. —Me dice. —Un juego. Verdad o verdad.

—¿No es verdad o reto?

—Mi juego no. Nos aremos preguntas entre los dos y tendremos que responder con solo la verdad, nada de mentiras.

—De acuerdo. —Creo que sera divertido saber algo más.

—Bueno empiezo yo. —Dice Aritz. —¿Cuales son tus bandas favoritas?

Yo me río. —Pues... Green Day, The Killers, Kings of Leon, AC/DC, U2, y así puedo seguir todo el día. Tengo una lista muy larga de bandas que amo.

—Vaya. —Dice con una hermosa sonrisa. —¿Te gusta el rock y el rock alternativo? —Yo en respuesta sonrió. —Me gusta eso, a todas las chicas de hoy en día les gusta el reggaeton y el trap, es agradable saber que te gusta cosas diferentes.

—¿Gracias?

—De nada. —Se gira y me mira directo a los ojos, sus ojos son hermosos. —Bueno, te toca preguntar.

—Eeh, si. Mmm, ¿cual es tu color favorito?

—¿En serio? —Dice riéndose. —Bueno mi color favorito es el gris de tus ojos.

¿QUE?

Katherine NO sonrías, Katherine NO SONRÍAS, KATHERINE NO SONRÍAS.

JODER KATHERINE QUE NO SONRÍAS.

Mierda, es imposible no sonrías cuando te dicen algo tan hermoso, y cuando Aritz no deja de sonreírme así.

—Wow, menuda táctica de ligoteo ¿no?, ¿eso siempre te funciona?

—Pues la verdad es que sí, y ahora mismo me ha funcionado porque estas sonriendo y tienes las mejillas sonrojadas.

Mierda Katherine. Cojo un baso de agua para disimular mas mi sonrojo.

—Bueno me toca. ¿Eres virgen?

Todo el agua que estaba bebiendo lo tiro al suelo y empiezo a toser incotroladamente ya que se me a ido por el otro lado, me ha caído inesperadamente esa pregunta.

—Joder Aritz, que directo eres. —Digo sin dejar de toser.

—Lo siento. —Dice masajeándome la espalda. —Bueno ahora contéstame.

Cuando ya dejo de toser le contesto. —Bueno, pues si soy virgen.

Aritz sonríe ampliamente cuando le digo que soy virgen.

—¿Porqué sonríes tanto Aritz?

—Por nada. Bueno me toca a mi hacer la preguntar.

—¿Qué dices?, me toca a mí.

—Tu ya me has hecho una pregunta. La de ¿Porqué sonríes tanto Aritz? —Dice intentando imitar mi voz.

—No es justo. —Me quejo.

—¡Qué pena! —Dice poniendo morritos. —La siguiente pregunta es, por favor tambores. —Dice mientras daba pequeños golpes en la mesa. —¿Por qué me odias?

Otra pregunta que me llegó inesperadamente.

—Yo nuncvte he dicho que te odie. —Le digo mirando a los ojos.